LA PLAZA

Sabe a gloria esta zanahoria

De un color naranja vivo y de tamaño medianito o pequeñas. Así son las zanahorias perfectas.

Cuando éramos pequeños nos decían “en rodajas o rallada, ponla siempre en la ensalada. Todo lo verás mejor si disfrutas su sabor”. Se referían a la zanahoria, un fantástico alimento con multitud de propiedades. Nos hemos puesto nostálgicos y hemos querido retomar nuestra infancia hablando de esta hortaliza. Todos conocemos su color y algunos de sus beneficios, como que son buenas para la vista. Sin embargo, vamos a llamarte la atención con algunas de sus propiedades que seguramente desconozcas y te damos algunos consejos para su compra y conservación.

 

Antes de empezar con sus propiedades, vamos a hablar de su época de consumo y algunos trucos para conservarla en casa.

 

Hoy en día es habitual poder conseguir en nuestro mercado zanahorias durante todo el año, pero desde La Plaza de DIA siempre apostamos por que introduzcas en tu dieta alimentos frescos y de temporada. Recuerda que así harás menos gasto en tu bolsillo y podrás adquirir todas las propiedades y el sabor de las frutas y verduras en su máximo esplendor. A finales de primavera son pequeñas, dulces y deliciosamente tiernas. En invierno, son más gruesas y cocidas adquieren una mejor consistencia y sabor.

 

¿Cómo las conservamos?

 

Recuerda cuando vayas a comprar zanahorias seguir estos consejos. Fíjate en su color, tiene que ser un naranja vivo. La piel ha de ser suave, sin raíces laterales. En cuanto a la forma, su estrechamiento debe ser uniforme y son mejores las medianitas o pequeñas. Si las que vas a llevarte a casa tienen hojas, procura que sean hojas verdes y frescas. Las puntas pueden adquirir un tono verdoso si han sido expuestas mucho tiempo al sol. Cuidado en este caso, o si presentan malformaciones o están blandas al tacto.

 

Un lugar bien fresco y con buena ventilación es el ideal para conservarlas. Si optas por meterlas en la nevera, te aguantarán entre dos y tres semanas –siempre que sean frescas– y en congelador duran hasta ocho meses. Eso sí, si las vas a congelar es mejor que elimines sus extremos, raspes la piel y las escaldes en agua hirviendo troceaditas antes de la congelación. Ten cuidado de no colocarlas junto a manzanas, melocotones, plátanos o melones, frutas que producen un gas –etileno– mientras maduran, ya que producirán un sabor amargo en tus zanahorias.

 

Beneficios de las zanahorias

 

  1. Purifican tus dientes y encías. Si las comes crudas, harás que mejore el riego sanguíneo en tu boca y conseguirás que las bacterias no se peguen a los dientes. Contienen mucho flúor para conseguir un esmalte sano.
  2. Actúan como vigorizante cuando estás cansado gracias al potasio y fósforo que contienen.
  3. Son fuente de vitamina A y Betacarotenos, que hacen mejorar la calidad de la leche materna.
  4. Esta vitamina A también fortalece uñas y cabello.
  5. Tienen mucha fibra para luchar contra problemas del estómago como el estreñimiento. Por otro lado, sus sales minerales mejoran el exceso de acidez cuando sufres gastritis.

 

Si Bugs Bunny era un dibujo muy sabio, astuto y atrevido, ¿sería gracias a estar comiendo siempre zanahorias? No lo sabemos, pero nosotros hemos decidido probarlo. Anímate a comerlas bien frescas. Ya lo sabes: de temporada, ¡la que más agrada!