LA PLAZA

Infusiones, mucho más que té

Relajantes, excitantes, diuréticas o adelgazantes. Para cada ocasión hay una infusión. ¿Con cuál te quedas? Conoce todos sus beneficios y características.

Si te hablan de infusiones, rápidamente caes en pensar en un té o una tila, ¿verdad? Sin embargo, hay muchas más. Toda una variedad de plantas que sumergidas en agua caliente te aportan numerosas propiedades. Unas te relajan y otras te excitan. Unas mejoran tus problemas estomacales y otras te ayudan a adelgazar. Están las que consiguen que respires mejor y las que recuperan tu hígado dañado. ¿Será por infusiones? 

 

Nos hemos propuesto hacer un repaso por algunas de las principales, contándote para qué sirven y alguna que otra curiosidad.

 

El té y las infusiones

 

Antes que nada comencemos con lo más básico. ¿Qué es una infusión? Bien, digamos que se trata de una bebida elaborada a base de hierbas naturales y frutas. Muchos les llamamos té pero este solo es el que se prepara con la planta Camellia sinensis. Es la diferencia principal, pero hay otra, su contenido en cafeína. El té contiene cafeína y las infusiones no. Además, el té solo se debe dejar infusionándose en agua unos cinco minutos, sino puede que sepa amargo. El resto de infusiones pueden estar hasta 10 minutos en agua.

 

Es interesante también diferenciar los conceptos infusión y decocción. El primero de ellos se utiliza para las partes blandas de las plantas. Por ejemplo las hojas y las flores. Pone agua en ebullición y escaldas las plantas dejándolas en reposo entre cinco y diez minutos. Para las partes más duras, como las raíces, se utiliza la decocción. Esta técnica consiste en hervir a fuego lento la planta hasta quince minutos y retirar del fuego el líquido cuando empiece la ebullición. Se deja reposar y se cuela.

 

Tipos de infusiones

 

Bien, una vez que hemos aprendido un poquito sobre las infusiones, vamos a profundizar en algunos tipos y sus propiedades. Así podrás usar una para cada ocasión.

 

Menta poleo. Es posiblemente una de las más populares. Está indicada para resolver problemas digestivos y asimilar mejor los nutrientes. Al ser rica en mentol, hace que aumentemos la producción de sudor, propiedad que se utiliza para tratar gripes y resfriados. Tiene también propiedades mucolíticas y calmantes.

 

Manzanilla. Muy semejante a la menta poleo en cuanto a propiedades. También ayuda a asimilar los nutrientes y es buena para el tránsito intestinal. No contiene sustancias excitantes y es un remedio eficaz contra los cólicos y úlceras. Además, te calma las náuseas.

 

Rooibos. Se conoce como té rooibos por sus efectos similares al té más convencional. Es una planta de origen africano cuya principal función es ayudar a asimilar las grasas. También es un gran antioxidante natural y apenas contiene teína, por lo que no es excitante. Sus variedades son roja y verde, y tiene que ver con el tiempo de fermentación. Todo un remedio contra el insonmnio y los problemas de metabolismo.

 

Hay muchas más. Por ejemplo, el cardo mariano es fantástico para reducir las inflamaciones. El diente de león y las hojas de fresa sirven para eliminar toxinas y la cola de caballo limpia los pulmones.

 

¿Valen las infusiones para todo el mundo? Pues depende de la planta en sí. La respuesta más clara es no, sobre todo en grupos de riesgo como ancianos, niños y embarazadas o lactantes. Hay algunas infusiones que están contraindicadas para este tipo de personas. Incluso algunas plantas anulan el poder curativo de los medicamentos. Por ejemplo, el romero, la canela o el eucalipto estimulan el sangrado y el anís y la menta poleo pueden darle toxicidad al feto. Lo mejor es leerse bien para qué sirve cada una y qué beneficios tiene.

 

Todo un mundo por descubrir el de las infusiones. ¿Cómo te encuentras hoy? Una infusión para cada ocasión.