LA PLAZA

Cómo limpiar las ollas quemadas

Trucos y consejos para dejar como nuevas ollas y sartenes que se te han quemado mientras cocinabas deliciosas recetas.

Estabas preparando un fantástico guiso y justo en ese momento te ha llamado tu suegra, tu abuela, tu padre o tu tío el del pueblo. ¡Con lo que hablan! Nada, que al volver a la cocina se te ha echado a perder la comida. Y lo que es peor, ¡la olla! La vacías y ves un enorme cerco quemado que no se va ni aunque le des mil y una veces con el estropajo. ¿Tiramos la olla? Bueno, es una solución que se podría pensar en un caso muy desesperado. Pero nada de eso. Vamos a proponerte trucos para que dejes como nuevas las sartenes y ollas que se te hayan quemado.

 

Detergente

 

Uno de los remedios más eficaces. Solo necesitas agua caliente y detergente de limpiar platos. Fácil, ¿no? Un truco que no por ser casero funciona mal. Al contrario. Llena una olla con agua caliente en su base y añade un buen chorro de detergente. Pon a hervir la mezcla a fuego lento con una tapa para que no se vaya la espuma. Deja templar y frota la comida que se haya quedado pegada con un estropajo o una almohadilla de nailon.

 

Vinagre

 

Es un truco fantástico para las ollas y sartenes que son de acero inoxidable, ya que evitarás que se dañen al limpiarlas profundamente. El truco es semejante al anterior, pero cambiando el detergente por vinagre blanco. ¡Mano de santo!

 

Sal

 

Cuando es un quemado leve y no hay demasiada comida adherida este truco es maravilloso. El primer paso es limpiarla como haces habitualmente hasta que quede el menor rastro de comida posible. Hecho esto incorpora agua caliente en la base con un par de cucharadas de sal. Después de quince minutos el quemado saldrá fácil con una esponja o cepillo. Si aún se te resiste echa de nuevo agua y sal y deja que hierva unos minutos. Cuando temple sí que saldrá todo sin problemas.

 

Bicarbonato

 

Si ninguno de los remedios anteriores te vale, porque el quemado es bastante agresivo, este método quizá pueda ayudarte. Espolvorea en el fondo de la olla bicarbonato de sodio y también por los laterales en el caso de que estén quemados. Llena de agua y lleva a ebullición. Es un remedio más fuerte pero funciona a las mil maravillas.

 

Lejía

 

Quizá sea el truco más intensivo. Solo para aquellas sartenes y ollas muy quemadas. Mezcla un chorro de lejía con agua y deja que hierva. Pon poca lejía y añade más poco a poco en caso de ser necesario. Es importante que no respires el vapor que se produce y que utilices guantes de látex para estar bien protegido.

 

¡Ollas y sartenes limpias! ¿Y qué pasa si la parte de abajo también está sucia?

 

Es la zona que está en contacto con los fogones o con el calor de las placas de inducción y vitrocerámica y tiende a ennegrecerse. En cualquier mercado puedes comprar productos especiales para la limpieza de estas zonas, pero también vamos a darte un par de consejos caseros.

 

Los limpiadores de horno o vitrocerámica con un estropajo de aluminio son la mejor solución. También puedes desincrustar la suciedad con bicarbonato de sodio. Con un par de cucharadas mezcladas con el jabón habitual de tus platos es suficiente. El limón es muy útil para pulir y el vinagre también si quieres eliminar olores.

 

Ahora, además de buen cocinero vas a tener unas ollas y sartenes limpias como el primer día. ¡A sacar brillo y tener el menaje más reluciente!