LA PLAZA

Cocinando patatas a lo pobre

Un plato típico de la gastronomía andaluza, sobre todo de la parte oriental. Las patatas a lo pobre son la guarnición perfecta para muchos platos. ¿Sabes prepararlas?

Delantal anudado. Gorro de cocinero en su sitio. Útiles de cocina más que preparados. ¿Qué cocinamos hoy? Nos trasladamos a Andalucía oriental para traer una receta muy tradicional y antiquísima. Un plato que tiene el sobrenombre de pobre por lo económico que resulta prepararlo, pero que tiene un sabor excepcional. La alternativa perfecta a las patatas fritas clásicas y una buena base para una tortilla de patatas diferente. ¿Te gustaría cocinarlas?

 

Ingredientes para hacer patatas a lo pobre

 

Se trata de una receta muy sencilla y eso es debido en gran parte a sus ingredientes. ¿Qué necesitamos para elaborar el plato? Bien, basta con tener a mano una patata grande por persona. ¿Qué tipo de patata? Vale cualquiera que sea prieta, la mejor es la roja. Lo importante es que no sea harinosa, pues si no se deshará. ¿Y qué más? Cebollitas, pimientos, ajos, aceite de oliva –virgen extra–, sal, pimienta y laurel. ¿Lo tienes todo? Pues venga, que hoy cocinas tú.

 

¿Cómo elaboramos patatas a lo pobre?

 

Lo primero que debemos hacer es preparar la sartén donde vamos a hacer las patatas. Es ideal tener una cazuela honda. ¿Cuánto aceite? Calcula en torno a un dedito por cada kilo de patatas. Las patatas hay que pelarlas y cortarlas en rodajitas de un centímetro de grosor. También es necesario lavarlas. Los ajitos hay que laminarlos, pero no finos, mejor gruesos. Y las cebollas y pimientos se cortan en trozos grandes. Se ponen todos los ingredientes en el aceite caliente y añadimos sal, pimienta y laurel. ¡A remover!

 

La clave de esta receta es la paciencia. Debes rehogar a fuego muy lento y tener mucho cuidado a la hora de mover las patatas, porque no queremos ni que se peguen ni que se deshagan o rompan.

 

Es importante que tengamos la sartén o cazuela tapada y que no añadamos agua. Solo destapamos para remover. Las patatitas se irán haciéndose y confitándose en el aceite junto al calor del vapor. Cuando notes que van dorándose, remueve para que se hagan por todos los lados igual. Más o menos con media horita será suficiente para que queden en su punto.

 

Como paso final queda escurrir el aceite sobrante. Con esto evitaremos que estén muy grasas. Además, suele ser un aceite bastante limpio, por lo que podemos reutilizarlo para posteriores cocinados. ¿Cómo servimos? Calentitas, acompañando una buena y jugosa carne, o con un huevito frito.

 

Trucos para las patatas a lo pobre perfectas

 

La cantidad de aceite es importante. No escatimes, ya que al fin y al cabo lo que estás haciendo es freír las patatas. También es necesario que tengamos un aceite de buena calidad, es un ingrediente fundamental y le aporta mucho sabor al plato. Como hemos dicho anteriormente, ese aceite puede servir para otras frituras u otras elaboraciones.

 

Si te apetece puedes hacer otras variantes. Sobre todo cuando vas a servirlas como guarnición de un pescado. En ese caso es mejor evitar el pimiento y cambiarlo por ajito y perejil. El procedimiento de preparación es parecido. Metes en la cazuela con aceite las patatas y la cebolla sazonadas con sal gorda y las vas haciendo lentamente. Mientras, tienes que machacar en un mortero el ajo con el perejil y los vas deshaciendo con un chorro de vinagre. Esta mezcla se incorpora a la cazuela unos minutitos antes de servir. ¡Riquísimo!

 

Vamos, no nos digas que no te han entrado ganas de meterte ya en la cocina a hacer esta receta. A nosotros nos encantan estas patatas a lo pobre. Pero de pobre solo tienen el nombre, porque bien ricas que están.