LA PLAZA

Butifarra, fresca o cocida

Un viaje a Cataluña, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia e Islas Baleares para descubrir todo lo que puede aportarnos un embutido tan maravilloso como la butifarra.

Allá por el siglo XIV ya disfrutaban los antiguos de una buena butifarra catalana. Al menos tiene su existencia documentada desde entonces. Por el nombre puede parecerse al botillo berciano o al butiello gallego. De las primitivas butifarras se ha evolucionado hasta infinidad de sabores y su consumo se ha extendido por Islas Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana y hasta Murcia. En estas líneas hacemos un repaso por los tipos de butifarra que existen y te ofrecemos dos recetas de butifarra, tanto fresca como cocida. ¡Atención!

 

Butifarra fresca

 

Este tipo de butifarra debe ser cocinado previamente antes de podérnosla comer. Es parecida a una salchicha. Eso sí, la principal diferencia con esta radica en que mientras que la salchicha está hecha con grasa, la butifarra se hace con carne magra de la punta del lomo y otras zonas. Como cada maestrillo tiene su librillo, lo cierto es que ya hay muchas modalidades menos tradicionales a las que les añaden tocino, setas picaditas y otros condimentos. Por ejemplo, la butifarra dulce de Girona tiene miel en su interior, otorgándole un sabor agridulce. 

 

Butifarra cocida

 

En el otro lado tenemos la butifarra cocida, que al estar ya cocinadas se comen normalmente como embutido. La forma más común es cortarla en rodajitas y acompañarla de una rebanada de pan. Hay muchas variedades. La típica de Cataluña y Baleares es la blanca, hecha de carne magra. Otra muy famosa es la de huevo, que mezcla el huevo con esa carne magra y adquiere un ligero tono amarillento. Se come en época de carnaval. Finalmente está la negra, que incluye sangre de cerdo junto a esa carne magra. ¡Pero no confundas esta con la morcilla! También hay más, como la de trufa, la de lengua, la de hígado o la popular del perol, que lleva cebolla y piñones.

 

Gambitas con butifarra

 

Aunque pienses que las gambas y las butifarras son dos elementos que no casan demasiado, te aseguramos que son una combinación perfecta. Con esta receta sorprenderás a tus invitados y probarás un sabor fuera de lo común. Para la elaboración necesitas cuatrocientos gramos de gambas, misma cantidad de butifarra fresca, cien centilitros de vino tinto, dos cucharadas pequeñas de harina, cuatro cucharadas de tomate frito –puedes hacerlo casero–, una cebolla y un tomate, una copita de coñac, aceite de oliva, sal, pimienta, perejil y salsa Perrins. ¡Listo!

 

Haz un sofrito con la cebolla y el tomate picaditos y añade la salsa de tomate frito cuando esté doradita la cebolla. Con cinco minutos de cocción será suficiente. Pela las gambas y trocea las butifarras y añádelas al sofrito. Remueve bien y pon también la harina. Cuando pasen un par de minutos flambea con el coñac y riega todo con el vino tinto. Luego pon al punto de sal y pimienta y termina rociando con un chorreón de salsa Perrins antes de servir calentito el plato. Puedes decorar con perejil. ¡Sabroso!

 

Tortilla de butifarra de huevo

 

Una forma fantástica de disfrutar de la afamada butifarra de huevo es incorporarla a una tortilla. Una receta típica del jueves de carnaval en Cataluña. Solo necesitas una butifarra de huevo, sal, aceite de oliva y ocho huevos. El truco es dorar bien la butifarra para darle un toque crujiente al plato.

 

Tienes que cortar en rodajas de un centímetro de grosor la butifarra y sacarles la piel antes de dorar en una sartén. Luego bate los huevos y mézclalos con la butifarra para terminar la tortilla. 

 

Butifarra y vino

 

¿Con qué vinito podemos acompañar este manjar? Los vinos tintos suelen ser el acompañamiento perfecto de las butifarras. Sobre todo aquellos carnosos, ligeritos y secos. De graduación media. Sin embargo, puedes innovar, puesto que los blancos también pueden ir bien. Algunos como los del Condado de Huelva armonizan a la perfección con este embutido. 

 

Es imposible que termines de leer este artículo y no tengas hambre. Sea la hora que sea. Estamos deseando ir a La Plaza de DIA a por nuestra butifarra. ¡Hoy cenamos tortilla!