Y en Nochebuena, pavo

¿Qué te gusta cocinar en Navidad? Dicen que para gustos colores, claro está. Pero posiblemente, si le preguntamos a la gente de calle por el primer plato que recuerden para la Nochebuena elegirán el pavo.

 

Por eso vamos a proponerte un menú con tres recetas de pavo de lo más exquisitas.

 

Pechugas de pavo con puerros

 

Una manera diferente de comer pavo. Para esta receta necesitas 600 gramos de pechuga de pavo fileteada, un vaso de nata líquida, aceite de oliva, un vasito de vino blanco, un manojo de puerros, pimienta molida, nuez moscada y sal.

 

Prepara los filetitos con sal y pimienta, y dóralos en una sartén con aceite. Cuando estén listos, reserva y en ese mismo aceite rehoga los puerros limpios y cortados en rodajitas. Hazlo a fuego lento con un poco de sal y pimienta. Cuando se pongan tiernos, incorpora de nuevo los filetes y el vino y deja cocer hasta que se evapore el alcohol. Tiempo de añadir la nata y mover bien en círculos para que la salsa quede ligada. Sirve calentito y para decorar puedes optar por un poco de cebollino picado por encima o algo de perejil.

 

Pechuga de pavo rellena

 

Un plato ideal para las fiestas y que se prepara de forma muy sencilla. Queda muy vistoso y solo tiene una complicación, que puede quedarte un pavo muy seco si no controlas bien los tiempos de cocción.

 

Para seis personas necesitas media pechuga de pavo, lonchas de jamón cocido, panceta ahumada, queso loncheado, sal y pimienta. Y para la salsita, coge una cebolla, una hojita de laurel, aceite de oliva, sal, pimienta, caldo de pollo y un vaso de vino oloroso seco.

 

Quizá sea complicado abrir el pavo. Si tu carnicero es de confianza, puedes pedirle que lo haga. Si no, en casa puedes hacerlo con un buen cuchillo. La media pechuga debe quedar como un filete grande. Cuando lo tengas, salpimenta. Coloca sobre el filete abierto las lonchas de panceta, el queso y el jamón. Es importante que sigas ese orden. Cierra bien formando un rollo y ayudándote de una redecilla. Dóralo en una cazuela con aceite y la hoja de laurel y añade la cebolla picada, el vino y un poco de caldo. Con media hora de guiso es suficiente, es recomendable darle la vuelta cada poco tiempo para que se haga bien por todos lados. ¡Listo para servir en rodajitas!

 

Pavo asado

 

Claro que no, el gran clásico de las navidades no puede faltar, ¡el pavo asado! Un sabroso y jugoso pavo bien asado es sinónimo de éxito ante tus invitados. Por eso, vamos a contarte cómo lo preparamos nosotros. Es uno de nuestros secretos más ocultos, pero ya sabes, la Navidad es para compartir.

 

Vamos a preparar un pavo asado para seis personas. Necesitarás un pavo de unos cuatro kilos, tres cucharadas de manteca de cerdo, un vaso de vino blanco, caldo de pollo –con un litro y medio es suficiente–, un par de cucharadas de azúcar moreno, una cucharada pequeña de canela molida –el azúcar y la canela hacen que la piel quede dorada y crujiente–, una cebolla, dos o tres clavos de especia y sal y pimienta molida.

 

En primer lugar tienes que mezclar la manteca con el azúcar, la canela, la sal y la pimienta. Con esa masa, embadurna el pavo. Bien embadurnado, tanto por dentro como por fuera. Mete dentro la cebolla con los clavos pinchados y ponlo en el horno en una zona baja y utiliza una bandeja con mucho caldo. Calienta el horno a 170 grados y cada 15 minutos aproximadamente, ve añadiendo caldo. Así deberás estar una hora y media y si se te acaba el caldo antes, puedes ir añadiendo agua. Finalmente, sube la temperatura a 190 grados y echa el vino por encima del pavo. Ten cuidado de que no se te queme. Si fuese necesario, cúbrelo con papel de aluminio. Así debes estar otra horita, aunque puedes ir pinchando el muslo para comprobar si está bien hecho. ¡Listo!

 

Como truco final, puedes inyectar en las pechugas y muslos del pavo una mezcla de coñac y mantequilla derretida –a partes iguales– antes de meterlo en el horno. ¡Te aseguramos que quedará delicioso!