Yogur natural, sabroso y milagroso

Cuentan que en tiempos prehistóricos algunas tribus nómadas utilizaban las pieles de los animales para guardar leche. Cabras, camellos, ovejas y vacas servían para tal fin. Con el calor y los seres vivos que habitan en la piel, esa leche se fermentaba transformándose en una mezcla cremosa: el yogur. Ha sido desde hace miles de años uno de los alimentos más consumidos por la sociedad. Desde fenicios y griegos hasta romanos y árabes. Algunos hombres célebres, como el búlgaro Méchnikov –premio Nobel en 1908–, llegaron a afirmar que comer yogur de forma habitual puede alargar la vida de los seres humanos hasta los 150 años. Casi nada, ¿verdad?

 

Quizá no lo sepas, pero el término yogur proviene de un verbo turco, yoğurmak, que significa “mezclar”. Claro, tiene que ver con su forma de preparación. Aunque se piensa que fueron los tracios –pueblo originario de la actual Bulgaria– quienes obtuvieron por primera vez este alimento. Entre sus características, destaca por su color blanquecino y su textura cremosa y suave. Su sabor al natural es ácido, agrio en algunos casos. Como media, un vaso de yogur de 125 gramos contiene unas 70 calorías. Teniendo en cuenta que la leche tiene 60 por cada 100 gramos, puedes estar seguro de que es un gran sustitutivo de esta.

 

Además, también lo pueden tomar los intolerantes a la lactosa.

 

Actualmente hay muchas variedades de yogur en el mercado. Con sabores, desnatados, edulcorados e incluso con trozos de fruta. Una diversidad que puede hacerte perder la cabeza. En España hay seis denominaciones de este producto en función de sus características:

 

• Natural.
• Natural azucarado. Se le añaden azúcares.
• Natural edulcorado. Yogur que se endulza con edulcorantes autorizados.
• Con fruta, zumo y otros alimentos. Al yogur se le añaden otros ingredientes. La cantidad mínima de yogur debe ser del 70 por ciento.
• Aromatizado. Yogur natural con sabor a algún producto. Se consigue el sabor mediante aromatizantes.
• Pasterizado. De larga duración, entre dos y cuatro meses.
• ara tu organismo. La cnte pra il mundo. Rico, cremoso y con multitud de propiedades beneficios para tu organismo. La cnte pra i

 

¿Por qué es tan bueno el yogur?

 

Seguro que alguna vez te has preguntado por las bondades de los yogures. Bien, ¿sabías que en el interior de un vasito de yogur hay más de 100 millones de bacterias vivas que te ayudan a tener un sistema digestivo sano? Digamos que tu cuerpo tiene unas bacterias en tu intestino que sirven para mejorar la digestión y evitar que crezcan otras que no son tan buenas. Esto, que se llama microflora intestinal, puede alterarse por diversas circunstancias. Si estás estresado, cambias ligeramente tu dieta o tienes algún tratamiento antibiótico, puedes notar algunas molestias estomacales.

 

El yogur natural contiene unas cosas llamadas probióticos, que vuelven a poner en funcionamiento esa flora intestinal que ha sido alterada. El consumo diario de yogur es apropiado para aquellas personas que necesitan bajar los niveles de colesterol malo. También, las bacterias presentes en este alimento ayudan a disminuir el riesgo de padecer diarreas, sobre todo en niños. Además, consigue suavizar los síntomas de gastritis y úlceras. Gracias a que estimula el sistema inmunitario, tiene un efecto positivo para bajar el riesgo de tener algunos tipos de cáncer. Se aconseja tomar yogur para eliminar posibles alergias. Interesante, ¿verdad?

 

Pues si está tan rico y es tan bueno, ¿a qué esperas para ir a la compra y hacerte con un buen yogur natural? ¡Qué sabrosos están y qué bien sientan!