LA PLAZA

Vitaminas para el niño y la niña

La dieta de los niños es decisiva en su desarrollo como adultos, y ahí tienen mucho que ver las vitaminas. Repasamos las más importantes y dónde encontrarlas.

Comer puede ser muy placentero. Todo un mundo de sabores y texturas que se abre ante tu boca. Sin embargo, no solo se alimenta uno por placer. Hay que comer para tomar de los alimentos lo que tu organismo necesita. Minerales, grasas saludables, proteínas y vitaminas, claro. En el caso de los niños, las vitaminas son fundamentales para su desarrollo. Ten en cuenta que durante el crecimiento el cuerpo humano necesita un buen puñado de vitaminas para funcionar con normalidad. Si es que ya lo dice su nombre, ¿no? “Vita” significa vida y “amina” es una sustancia química. ¡La química de la vida! Una buena dieta sana y equilibrada en un niño requiere el consumo de una alimentación variada, ya que no hay un solo alimento que reúna todas las vitaminas necesarias para el día a día.

 

Vamos a repasar los tipos de vitaminas que existen y de qué alimentos se pueden ingerir.

 

Hidrosolubles y liposolubles

 

Es posible que hayas leído que existen dos tipos de vitaminas, aquellas que son solubles en agua –hidrosolubles– y las que son solubles en grasa –liposolubles–. En el caso de las liposolubles, cuando las tomas se quedan pegadas al hígado y a los tejidos grasos de tu cuerpo. Tu organismo las mueve de sitio en el momento que lo necesite. Pueden estar almacenadas en la grasa hasta seis meses. Las de tipo A, D, E y K son liposolubles. Por el contrario, las hidrosolubles no se quedan en tu cuerpo. Viajan por tu sangre y tu organismo toma las que requiere, eliminando las sobrantes a través de la orina. ¿Qué quiere decir esto? Que es fundamental reponer regularmente este tipo de vitaminas comiendo alimentos que las contengan. Son hidrosolubles las de tipo C y B.

 

Tipos de vitaminas

 

Vitamina A

Lo mejor de esta vitamina son sus propiedades antioxidantes. Ayuda a formar la piel, los huesos y los dientes. Además, desarrolla el sistema inmunológico para luchar contra posibles enfermedades. Se encuentra en los lácteos, la yema del huevo, algunos aceites, pescado, hortalizas como la zanahoria o la calabaza y vegetales como el tomate.

 

Vitamina B6

Es fundamental para el crecimiento del niño. Ayuda a la reproducción de las células y al desarrollo del cerebro. Es abundante en legumbres, cítricos y verduritas verdes.

 

Vitamina B12

Para la mejora del sistema nervioso resulta fundamental este tipo de vitamina. Hace que se multipliquen los glóbulos rojos en la sangre, los responsables de cargar de nutrientes a tu sangre. Se toma en carnes rojas, huevo, cerdo, pescados y lácteos.

 

Vitamina C

Es importante para los tejidos del niño. Para su reconstrucción, sobre todo. ¡Con lo que se caen los chicos y chicas y la de heridas que se hacen! Además de mantener en buenas condiciones la piel y los ligamentos, también hace que el organismo absorba mejor el hierro que le llega de los alimentos. Los cítricos están cargados de vitamina C, también los kiwis y muchas verduras, como el brócoli, la coliflor o los tomates.

 

Vitamina D

Ideal para fijar el calcio a los huesos y dientes. Así se endurece el esqueleto. El pescado –sobre todo, el graso–, los huevos y la leche son una buena fuente de vitamina D. También se puede formar en la piel gracias al sol.

 

Vitamina E

Útil en el desarrollo del cerebro. Al igual que la A, también es antioxidante. Ayuda a formar los glóbulos rojos y los blancos. Protege al niño del envejecimiento. La encuentras en cereales de tipo integral, en el aceite de oliva y de girasol, en verduras verdes, en las almendras y en el huevo.

 

Vitamina K

Una de las más desconocidas, pero no por ello menos importantes. Es muy eficaz para la coagulación de la sangre y la formación de glóbulos rojos. Tus hijos la tomarán si comen verduras de hoja verde –mejor si es verde oscuro–, algunos aceites vegetales, lácteos, carne y otras verduras como el repollo o el brócoli.

 

El crecimiento del niño

 

Las vitaminas no es lo único que debe preocuparnos para que nuestros niños crezcan fuertes y sanos. Es más, ni siquiera se debe tener en cuenta solo la alimentación. El ejercicio y el descanso son fundamentales.

 

  • Comer fruta y verduras (cinco raciones diarias).
  • Descansar y dormir entre ocho y once horas al día.
  • Tener una vida lo menos sedentaria posible.

 

Esperamos que hayas tomado nota de todo. Aprovecha e introduce la fruta y las verduras en la dieta de tu hijo. Ya lo sabes, ¡de temporada, la que más agrada!