LA PLAZA

Unos pican y otros no

Los pimientos de Padrón son de los tipos de pimientos más conocidos de España. ¿Qué secretos esconden?

Tú y él. Sentados frente a frente con un plato de pimientos de padrón en medio. Emocionante. Casi tanto como hacer cualquier deporte de riesgo. Como si de una ruleta rusa se tratase, coges uno y muerdes. Salvado. Giras el plato y será el turno de tu contrincante. ¿Qué le tocará? Sí, comer pimientos de Padrón puede y debe ser toda una aventura. Ya sabes el dicho, unos pican y otros no. Todo buen comedor de este manjar agradece que en una ración le toque alguno que pique, que anestesie levemente su lengua. Sin embargo, cuidado, no vaya a ser que te haga ver las estrellas. Todo un espectáculo gastronómico. ¿Qué sabes de este alimento?

 

Lo primero de todo es hablar con propiedad. Nos explicamos. Los pimientos de Padrón no son una denominación protegida. Es un tipo de pimiento que puede ser cultivado en muchas zonas. Por ejemplo, existen pimientos de Padrón en Almería e incluso Marruecos. No obstante, cuando se habla de este alimento se hace referencia al nacido en Galicia, los conocidos con la Denominación de Origen Pimientos de Herbón. Estos llevan el nombre de una pequeña aldea del municipio coruñés de Padrón, Herbón. Allí, unos misioneros de un convento franciscano de Herbón trajeron de América unos pimientos que comenzaron a cultivar en Galicia allá por el siglo XVI. Actualmente, esta denominación hace referencia a los pimientos que se cultivan en las zonas gallegas de Padrón, Dodro, Rois, Pontecesures y Valga.

 

De pequeño tamaño –rara vez superan los cinco centímetros de longitud–, llaman mucho la atención por su delicioso sabor y, sobre todo, por lo que esconden. El pique. A simple vista todos son iguales, de color verde intenso. Pero, ¡ay si los muerdes, amigo! Ahí llega el problema. Puede que te pique o puede que no. Esa incertidumbre hace que comerlos sea toda una fiesta.

 

Además de su sabor, sus propiedades también son muy codiciadas. ¿Sabías que un pimiento de Padrón contiene tres veces más vitamina C que una sola naranja?

 

También es una fuente de fibra –para tener bien tu tránsito intestinal– y una buena dosis de magnesio, potasio y otras vitaminas como las A, B y E. Ojo, y todo esto sin apenas calorías. Sí, sí, solo unas 19 calorías por 100 gramos de producto. Atractivo y apetecible, ¿no? Bueno, aquí hay trampa. No te vamos a engañar. Todas estas propiedades se mantienen con el pimiento en crudo, pero lo normal es comerlo frito en aceite de oliva virgen extra y con una buena pizca de sal gruesa. Así, frito, aporta algunas calorías más –unas 250 por 100 gramos– y se pierde bastante vitamina C, ya que es sensible al calor. No pasa nada, siguen siendo sanísimos y deliciosos. También puedes optar por hacerlos a la plancha o incluso en el microondas.

 

El picante de estos pimientos no solo nos sorprende, también nos protege. La causante del pique es una sustancia llamada capsaicina, que tiene muchas propiedades beneficiosas para el organismo. Según parece, la capsaicina actúa como analgésico para contrarrestar el dolor y tiene virtudes anticancerígenas, afrodisíacas y adelgazantes.

 

Ya sabes, en junio pican poco, en agosto un montón. ¿Te atreves con un buen plato de pimientos de Padrón? Cuidado si tienes el estómago delicado. Venga, nosotros ya hemos cogido unos pocos, ahora es tu turno.