LA PLAZA

Un menú con sabor asturiano

No solo de la fabada vive el ser humano norteño, pero es un plato cuya receta debe ser contada. Te proponemos un menú con manjares típicos de Asturias.

Viajamos al Principado de Asturias para traerte tres recetas maravillosas de esta comunidad de España. No faltan las ricas y populares fabes, pero además preparamos un sabroso tentempié y un dulce exquisito y facilísimo. ¿Listo para pringarte las manos?

 

Bollos preñaos

 

Una receta tan clásica como suculenta. Aunque se encuentra localizada en muchos bares de toda España, tiene su origen en las tabernas de Cantabria y Asturias. Es un plato sencillo con el que harás disfrutar a tus invitados. No lo dudes y acompáñalo de un buen culín de sidra.

 

Para una docena de bollos preñaos necesitarás media docena de chorizos de guiso frescos –mejor si son asturianos–, medio kilo de harina de fuerza, 150 mililitros de agua, 50 gramos de mantequilla, un par de cucharadas soperas de aceite de oliva, un huevo, 25 gramos de levadura fresca de panadería y una cucharada pequeña de sal.

 

Tras pelarlos, corta los chorizos en trozos regulares, de unos ocho centímetros, y precalienta el horno a 180 grados mientras disuelves la levadura en el agua tibia. Ahora, pon en un bol la harina y ve añadiendo el aceite, la mantequilla fundida, el huevo batido y el agua con la levadura diluida. Mezcla y amasa bien todo hasta que no se te quede pegada la masa en las manos. Añade sal y amasa un minuto más. La masa tiene que reposar unos 40 minutos tapada con un paño. A continuación extiende la masa y córtala en 12 partes iguales. En cada porción envuelve un chorizo y cierra los extremos, dándole forma de bollito alargado. Deja reposar media horita y hornéalos quince minutos para que se cuezan y estén un poco dorados. Se sirven calentitos o a temperatura ambiente, como más te gusten. Puedes pintarlos con leche antes de poner en el horno para que se doren más.

 

 

Fabada asturiana

 

El plato por excelencia de Asturias. Para cinco personas necesitarás medio kilo de fabes, media cabeza de ajo, sal, una hojita de laurel, una cucharada pequeña de pimentón, 150 gramos de tocino de papada –bien magro–, tres chorizos de guiso, dos morcillas y un trozo de carne de cerdo magra.

 

Las fabes deben estar en remojo en agua desde el día anterior. Ponlas a hervir en una cazuela con los ajos enteros con un cortecito a cuchillo y el laurel. Cuando rompa a hervir, corta el hervor con agua fría y repite este proceso tres veces. En el último hervor debes añadir la carne, cociendo a fuego lento. Cuando lleve la mitad de la cocción hay que incorporar el pimentón. Para que no se te peguen, da movimientos de vaivén a la cazuela. Cuando estén tiernas pon la sal. ¡Listas para comer! Si la salsa te ha quedado muy clarita, puedes machacar unas fabes para darle consistencia. La fabada se suele dejar reposar media horita para que coja bien el sabor de todos los ingredientes.

 

 

Frixuelos

 

De postre, nada mejor que unos frixuelos asturianos. Unos crepes aromatizados y deliciosos. Necesitas un vaso de leche, 100 gramos de harina, un par de huevos, una cucharada grande de azúcar, ralladura de limón o naranja, sal y una cucharada gran de anís dulce.

 

Bate los huevos con la leche y el azúcar en un bol. Añade poco a poco la harina, hasta que quede una mezcla ligadita y sin grumos. Tiene que parecer una bechamel clara, que no quede demasiado líquida. Incorpora el anís y la ralladura del cítrico elegido y deja la masa reposando media hora en un sitio fresquito. Ahora, en una sartén que no se pegue, pon un chorro de aceite de oliva suave o una cucharada de mantequilla y cubre el fondo con una capa de la mezcla que has hecho. Debes cuajar la mezcla como una crepe. Puedes apilarlas para que conserven el calor y se sirven calentitas con un poco de azúcar por encima.

 

¡Los asturianos sí que saben comer bien! Un menú delicioso.

 

Unas contundentes fabes, para que tengas fuerzas en una dura jornada, un exquisito bocado de bollo preñao y un suave frixuelo para poner la nota dulce. ¿Aún sigues leyendo? Venga, ¡que toca cocinar!