LA PLAZA

Tres recetas con sabor gallego

Nos vamos a Galicia para saborear una de las mejores gastronomías de España. Menú completo con un primero, principal y postre.

Bellísima tierra es Galicia. Repleta de costa, paisajes abrumadores y buena gente. Su marisco tiene fama internacional, pero su gastronomía es mucho más que mejillones, percebes, almejas y centollas. Te lo descubrimos con un completo menú a base de productos típicos gallegos.

 

Brócoli con salsa ajada

 

Aprovechamos la temporada del brócoli para disfrutar de este superalimento con tantísimas propiedades. Y lo vamos a hacer con una salsa típica gallega, la ajada. Para hacer esta receta para dos personas necesitas 500 gramos de brócoli, cinco dientes de ajo, un cucharada de pimentón dulce de la Vera, aceite de oliva virgen extra, sal y  pimienta.

 

El primer paso es cocer el brócoli al vapor. También se puede hervir en un poquito de agua con una pizca de sal. Lo ideal es que quede enterito. Una vez hecho hay que sacarlo, escurrirlo y secarlo bien. A continuación corta en pequeños arbolitos el brócoli y ponlos en una bandeja para salpimentarlos. Pela los ajos y lamínalos antes de rehogarlos en una sartén con un poco de aceite de oliva. Fuego lentito, que se confiten y se hagan poco a poco. Cuando estén comenzando a dorarse retira del fuego y añade el pimentón moviendo para ligar la salsa. Con la ajada hecha, debes dejar que repose unas horas o incluso un día entero. Ten en cuenta que el pimentón se va al fondo y se debe recoger la salsa sin esos restos. Para finalizar rehoga el brócoli en la ajada y sirve bien caliente.

 

 

Pulpo a la gallega

 

No podía faltar esta receta en un menú puramente gallego. Para cuatro personas bastará con 300 gramos de pulpo, aceite de oliva virgen extra, pimentón –dulce y picante–, sal gorda y patatas o cachelos.

 

El pulpo debe ser fresco, pero para que se ponga tierno debes congelarlo unos días. Luego hay que descongelarlo lentamente fuera de la nevera, eliminando el líquido que vaya soltando. Nada de microondas o técnicas rápidas de descongelación. Si aceleras el proceso volverás a ponerlo duro. Después pon en una olla bastante agua a hervir. Sin sal. Sumerge el pulpo cuando hierva y sácalo al cesar las burbujas. Cuando vuelvan introduce de nuevo el pulpo. Así hasta tres veces. Luego debes dejarlo en el agua el tiempo necesario para que se ponga tierno mientras hierve. Cocido y escurrido, corta en rodajas y reserva.

 

En el agua de cocción del pulpo pon a cocer unas patatas enteras pero sin piel. Cuando estén tiernas sácalas y colócalas en una bandeja o tablita de madera cortadas a cachelos. Sobre ellas pon el pulpo en rodajas, riega con aceite de oliva y espolvorea con el pimentón y sal gorda. La proporción es una parte de pimentón picante por tres de dulce. Sirve templadito y disfruta.

 

Bica gallega

 

Cerramos con un postre gallego. Una bica o bizcocho tradicional. Necesitas cuatro huevos, 400 gramos de azúcar blanca, otros 400 de harina de repostería, 200 gramos de mantequilla blanda y misma cantidad de nata para montar, un sobre de levadura y azúcar para espolvorear.

 

Empieza precalentando el horno a 170 grados y mientras engrasa un molde. Es recomendable cubrirlo también con papel de horno. Pon la mantequilla y el azúcar en un bol y bate para integrar todo, luego añade los huevos –uno a uno– y mezcla bien. A continuación sigue batiendo y pon la nata. El paso final es incorporar la levadura y la harina, mezclando bien sobre la encimera o una tabla. Movimientos suaves. Debe quedarte una masa homogénea y sin grumos. Vierte la masa en el molde, espolvorea azúcar por encima y hornea entre 40 y 50 minutos. Está hecho cuando introduces un palito o pincho y sale limpio. ¡Rico, rico!

 

Imposible no disfrutar de la gastronomía gallega con estos tres platazos. ¡Qué poco cuesta comer bien!