LA PLAZA

Tres recetas con pollo

Rico, nutritivo y a todo el mundo le gusta. Nos ponemos manos a la obra para preparar tres recetas con el pollo como máximo protagonista.

Nos colocamos el gorro de cocinero y el delantal para preparar tres recetas tan deliciosas como nutritivas, además de divertidas. Como ingrediente estrella hemos elegido el pollo, todo un clásico de las carnes y que encima tiene mil usos diferentes. Vamos con ello.

 

Fiambre de pollo

 

Empezamos con una receta ideal como entrante. Rápida y deliciosa, que gusta a grandes y pequeños. Para su elaboración vas a necesitar pocos ingredientes, así que apunta rápido y corriendo a La Plaza de DIA a por ellos. Vas a utilizar unos 800 gramos de pechuga de pollo, 250 gramos de bacón o panceta, un sobre de crema de champiñones –también vale de sopa de cebolla– y un par de huevos. ¡Facilísimo!

 

Es una receta fantástica para que los niños participen en su elaboración y que disfruten con vosotros de la cocina y la gastronomía. En primer lugar debes picar la pechuga de pollo junto al bacón o la panceta. El carnicero puede hacértelo si se lo pides. Si tienes una picadora en casa, también puedes hacerlo tú. Calcula que en la máquina se pierde una pequeña cantidad de carne, así que debe quedarte en torno a un kilogramo de mezcla. Ahora en un recipiente bate los huevos junto al contenido del sobre de crema de champiñones o la sopa de cebolla. Debe quedarte una masa bien ligadita. A esa masa incorpora la mezcla del pollo y el bacón, y prepara ahora sobre papel de aluminio dos rollos alargados. Se les puede dar forma con las manos. Envuelve bien los rollos en el papel y ponlos en el horno unos 40 minutos a 180 grados. ¡Deja enfriar y sirve!

 

Es un plato ideal para picnics. Admite diferentes acompañamientos y decoraciones con mayonesa, piña, lechuga o sobre unos simpáticos canapés.

 

Pollo asado en olla rápida

 

Sin horno también puedes conseguir un jugoso pollo asado. Compra un pollo limpio y entero, mejor si es fresco y de corral. Consigue también un vasito de vino blanco seco, un par de hojas de laurel, media cabeza de ajo, una mezcla de especias para carnes como tomillo, orégano y romero, sal, un limón y pimienta negra.

 

Prepara la olla rápida con un fondo de aceite. No demasiado, porque el pollo suelta mucho jugo. Embadurna el pollo con las especias sin dejarte ni un hueco, tanto por dentro como por fuera. Introduce dentro del pollo el limón cortado en dos mitades. A continuación dora la carne con las hojas de laurel y los ajos machacados con piel. Esmérate en este paso ya que, al no ser cocinado por el horno, el dorado que le des en este momento será el aspecto que tenga definitivo. Añade el vino, la pimienta y la sal –también vale una pastilla de caldo– cuando tenga el color perfecto y deja que se evapore el alcohol. Cuando se haya evaporado, pon 200 mililitros de agua y el pollo con la pechuga hacia abajo. Cierra la olla y tras 15 minutos abre y da la vuelta al pollo. Deja otros 10 minutos y sirve recién hecho. ¡Qué sabroso!

 

 

Pollo margarita

 

Vamos a tratar el pollo como si de una pizza se tratase. Un plato muy colorido y diferente. A los niños les encantará. Necesitarás ocho filetes de pechuga de pollo medianitos, 200 gramos de salsa de tomate frito –mejor si es casera–, ocho rodajas de queso mozzarella fresco, sal, pimienta, orégano y aceite de oliva.

 

Manos a la obra. Salpimenta las pechugas y dóralas un poco en una plancha con un fondito de aceite. No las hagas demasiado, que queden jugosas para que terminen de hacerse en el horno. Posteriormente pon las pechugas en una bandeja de horno con salsa de tomate por encima y una rodaja de mozzarella. A continuación ponlas en el horno a 200 grados centígrados hasta que veas que se derrite levemente el queso. Saca, espolvorea con orégano y sirve calentito. Si quieres puedes usar el microondas en lugar del horno, controlando bien el tiempo y la potencia para que el queso no quede muy líquido.

 

¡Qué nos gusta comer bien! ¿A quién no le gusta el pollo? Si es que no hace falta buscar recetas complicadas para disfrutar de una buena comida. Venga, lávate las manos, que la comida está en la mesa.