LA PLAZA

Tres postres de invierno

Recetas dulces para ponerle freno al frío invernal. Desde unas pastas de té hasta un brownie, pasando por una rica mousse.

Dicen los entendidos que a nadie le amarga un dulce. Una verdad de manual. Por eso hemos tomado buena nota y vamos a hacer un artículo sobre recetas dulceras. De esas que quitan la respiración y hacen que te entre hipo solo con olerlas. Eso sí, vamos a centrarnos en postres para el invierno, porque si en verano tenemos los helados y las tartas frías, cuando llega el frío apostamos por otras cositas suculentas.

 

Te aconsejamos que cojas el delantal, que manchamos.

 

Pastas de té

 

Vamos a empezar con unas deliciosas pastitas para acompañar ese té o infusión calentita. Aunque hay muchas recetas, nosotros te vamos a dar la de las pastas de mantequilla. Jugosas y sabrosas.

 

Para su elaboración vas a necesitar como ingredientes 125 gramos de azúcar glas, medio kilito de harina fina de repostería, 250 gramos de mantequilla blanda y una cucharada de un aromatizante, como esencia de vainilla o limón. Además, un huevo, cerezas para confitar –esto sería un adorno y se puede cambiar por frutos secos, por ejemplo– y un huevo batido para pintar.

 

La masa es lo primero que debemos preparar. Hay que mezclar todos los ingredientes excepto los decorativos, en este caso las cerezas y el huevo batido. Cuando esté bien integrado todo, amasamos hasta que nos quede una masa lisa, manejable y que no se nos pegue entre las manos. Esta masa la debemos envolver en papel film y dejar repostar una hora o algo menos. Así conseguiremos que coja consistencia. Cuando haya reposado, ponemos la masa entre dos papeles de horno y amasamos con rodillo hasta que tenga más o menos medio centímetro de grosor. ¡Masa lista!

 

Con la masa estirada, utiliza un cortapastas para darles la forma deseada a tus pastitas y ponlas sobre un papel de horno en una bandeja. Se pintan con el huevo batido, partimos las cerezas a la mitad y las colocamos una mitad en cada pasta y horneamos a 180 grados durante quince minutos. Han de dejarse enfriar antes de comer. Estarán crujientes y deliciosas. ¡Ñam!

 

Mousse de queso

 

Pasamos a una cremosa mousse de queso. Para cuatro personas consigue 200 mililitros de nata especial para montar –muy fría–, 200 gramos de queso de untar, 100 mililitros de leche entera, 50 gramos de azúcar glas, tres hojas de gelatina y una clara de huevo a temperatura ambiente. ¡Empezamos!

 

Pon las láminas de gelatina a hidratar en agua fría unos minutos y mientras tanto monta la clara de huevo a punto de nieve. Monta también la nata y reserva ambas. A continuación bate el queso con el azúcar –debe quedarte una mezcla sin grumos– y pon a calentar la leche. Cuando hierva, aparta y disuelve las hojas de gelatina en ella, cuando estén disueltas añade la mezcla de queso y azúcar e integra todo bien. Solo falta añadir la nata, en primer lugar, y la clara a punto de nieve, en segundo. Siempre con movimientos suaves. Reserva en frío para que coja consistencia y sirve con una nueces por encima. ¡Rico, rico!

 

Brownie de chocolate

 

Para esta receta te harán falta 100 gramos de harina, otros cien de azúcar, medio sobrecito de levadura, 180 gramos de chocolate fondant negro, cuatro cucharadas de leche, 100 gramos de mantequilla, cuatro huevos y 100 gramos de nueces picaditas. Para la cobertura consigue también 100 gramos de chocolate amargo, 30 gramos de mantequilla, ocho cucharadas de leche, otra de azúcar glas y un poquito de sal. Te saldrán una cantidad de brownie para ocho personas.

 

Pon a fundir el chocolate negro fondant con la mantequilla y deja que enfríe un poco. Añade los huevos –a temperatura ambiente– e incorpora despacio harina, azúcar y levadura. Conviene que te ayudes de una varilla para batir. A continuación incorpora las nueces –dejando algunas para decoración– y pon la mezcla en un molde rectangular forrado con papel engrasado. El molde no debe ser muy grande o te saldrá un brownie muy fino y poco estético. Calienta en el horno media hora a 180 grados. Puedes ayudarte de una aguja de punto para saber si está listo. Y para la cobertura basta con fundir el chocolate y mezclar con el resto de ingredientes. Sirve el brownie con la cobertura de chocolate y una bola de helado de vainilla. ¡Sabroso!

 

Colorín colorado, este artículo ha finalizado. Nos vamos con buen sabor de boca. Un sabor dulce, el que nos ha dejado el chocolate calentito del brownie. ¡Qué poco cuesta comer bien!