LA PLAZA

Tres exquisitas recetas catalanas

Exploramos la exquisita cocina catalana con un menú tradicional a base de un entrante, un principal y un postre.

 

Mezclando autenticidad y tradición. Hoy cocinamos tres sabrosísimos platos de la cocina catalana: Ensalada de alubias y bacalao (empedrat), Trinxat de col y Crema catalana.

 

Entrante / Ensalada de alubias y bacalao (Empedrat)

 

El empedrat es un plato muy típico de la cocina catalana. Al igual que el gazpacho andaluz, existen numerosas recetas con multitud de variantes. Te contamos cuál es la nuestra, que nos encanta.

 

Para cuatro personas necesitas 400 gramos de alubias cocidas, 150 gramos de migas de bacalao desalado, un cuarto de cebolleta fresca y 50 gramos de aceitunas negras sin hueso. Además, admite tomate y pimiento rojo o verde. Para hacer una buena vinagreta, apunta aceite de oliva, vinagre de vino blanco o de manzana, sal, pimienta negra y perejil picado.

 

Lo primero de todo es cocer las alubias –previamente han de estar unas 12 horas en remojo con agua fría–. Puedes echarles unas hojita de laurel para darle un toque delicioso. También puedes optar por alubias en conserva, aunque en este caso debes enjuagarlas muy bien para que pierdan parte del sabor. Después tienes que picar la cebolleta, el pimiento y el tomate. Fácil, ¿verdad? El siguiente paso es añadir el bacalao ya desalado junto con las aceitunas. Mezcla todos los ingredientes excepto las alubias con la vinagreta. Incorpóralas en el paso final y reserva en frío hasta el momento de servir. Cuanto menos manipules las alubias, mejor. Son muy delicadas.

 

Principal / Trinxat de col

 

Ya que hemos entrado en calor con un entrante fantástico, vamos a seguir descubriendo las virtudes de la cocina catalana. Tomaremos como principal un trinxat típico de pirineo, de La Cerdanya. Estéticamente es muy semejante a una tortilla, aunque no lleva huevo.

 

Vas a necesitar para su elaboración una col verde –las de invierno–, un par de patatas medianitas, cuatro dientes de ajo, cuatro lonchas de panceta –curada o cruda–, aceite de oliva, sal y pimienta. Estas cantidades van bien para cuatro personas.

 

Limpia la col de las partes más duras y córtala en juliana gruesa. Pela también las patatas y pártelas en trozos irregulares, como si fueran para un guiso. Ahora pon a cocer en una olla con agua –no demasiada– y sal las patatas y la col. Se pueden cocer por separado si tienen distintos puntos de cocción, pero no es necesario, ya que si alguna se pasa un poquito no hay problemas. Turno para dorar la panceta en taquitos, cuando suelte la grasa, añade los ajos. Comprueba que está todo bien hecho y puedes añadir especias al gusto, como pimentón o comino. Rehoga todo unos 20 minutos y ve partiendo los trozos para hacer como un puré grueso. El paso final consiste en dejar de remover para que se dore como una tortilla y darle la vuelta cuando esté listo. Presentación espectacular y sabor de diez.

 

crema catalana

 

El postre / Crema catalana

 

No podía faltar esta crema tan tradicional en el menú. Ten a mano medio litro de leche, tres yemas de huevos grandes, 60 gramos de azúcar y un poquito más para la decoración, 25 gramos de harina de maíz ­–una cucharada–, un palo de canela y la cáscara de un limón y una naranja.

 

Mezcla la harina de maíz en medio vaso de leche y deja reservando. El resto de la leche ponla al fuego con la canela y las pieles de los cítricos. Aparta del fuego cuando empiece a hervir y deja que infusione una media horita. Ahora bate las yemas con el azúcar y la harina de maíz diluida, pero sin que lleguen a espumar. A esta mezcla debes añadirle la leche infusionada con la ayuda de un colador. Pon todo al fuego y remueve con unas varillas hasta que tenga la consistencia deseada. Cuidado con el hervor, ya que puede romper las yemas. ¡Listo! Se suelen presentar en cazuelas dejando que templen a temperatura ambiente. A modo decorativo, añade azúcar por encima y quémala con un soplete.

 

¿Qué te ha parecido este menú? A nosotros nos ha encantado. Venga, que nos ponemos manos a la obra para hacer las tres recetas. ¿Por qué elegir solo una?