LA PLAZA

Raya, a tu mesa desde la playa

Con un aspecto poco agraciado, poco a poco gana adeptos en el mundo de la alta cocina por su sabor y versatilidad en los fogones. Hoy comemos raya.

De la familia de los ráyidos, es casi imposible quedarse con una sola especie de raya, ya que hay identificadas muchísimas. Parientes de los tiburones, abundan en pescaderías y a buen precio. Cierto es que no han sido demasiado valoradas en la gastronomía española, pero algo está cambiando. Poco a poco va introduciéndose en las cartas de los grandes restaurantes y el gran público está cada vez más acostumbrado a su especial sabor. Descubrimos sus secretos.

 

Tipos de rayas

 

La raya puede medir desde ochenta centímetros hasta nueve metros. Merodea cerca de la costa y cuando se va haciendo adulta se va a las profundidades de mares y océanos. Algunas tienen unas bolsas llenas de veneno, que utilizan para aturdir a su enemigo con una cola en forma de látigo. Ese veneno desaparece en el cocinado, ya que es sensible al calor. Otras, como la raya torpedo, pueden generar pequeñas descargas de hasta doscientos voltios.

 

La raya común, también conocida como raya de clavos, es la más sabrosa de todas, además de la más conocida. No tiene raspas, pero sí cartílagos y su sabor es delicioso e intenso con una textura más gelatinosa. También hay otros tipos, como los siguientes:

 

  • Raya bastarda.Tiene un color grisáceo y manchado, aunque son manchas poco llamativas. Posee dentículos por casi todas las zonas de su cuerpo.
  • Raya áspera.Color pardusco, en ocasiones clarito. Tiene manchas claras que a veces forman dibujos lineales.
  • Raya cardadora.Mientras que su dorso es pardusco, su vientre es azulado. De cabeza puntiaguda y cuerpo lleno de dentículos.
  • Raya mosaico.Fácilmente podrás distinguirla por las manchas y líneas blancas que recorren su cuerpo. Forman dibujos simétricos y líneas rodeadas de puntitos.

 

Propiedades de las rayas

 

Estás ante un pescado blanco, magro, con un contenido muy bajo en grasa. Para que te hagas una idea, 100 gramos de raya solo aportan 79 calorías y menos de un gramo de grasa. Además, es rica en proteínas de alto valor biológico y tiene un buen puñado de vitaminas.

 

Pescado ideal para dietas con las que quieras perder un poco de peso. Su sabor suave y valor nutricional también hace que sea un pescado muy indicado para niños. La raya es rica en vitamina A y con ella tendrás sanos cabellos, piel, tejido y mucosas. Además de una vista sobresaliente. Su contenido en vitamina B2 hace que tus tejidos se regeneren mejor y que tu organismo transforme de forma adecuada los alimentos en energía. También tiene vitamina B12, para mejorar el funcionamiento de las neuronas y vitaminas B3 y B6, fundamentales para el desarrollo hormonal.

 

Cocinando la raya

 

Es un producto marinero y, como tal, forma parte de la dieta de pescadores y gente cercana al mar. Por ello, del recetario español destacan la raya al pimentón, a la caldeirada o al tomate. Al pimentón es típica de Huelva, se cocina con un majado de miga de pan, vinagre, ajo y comino junto a un sofrito de cebollita, ajo y pimentón. De Pontevedra llega a la caldeirada, con patatas, cebolla y una salsa ajada. Mientras que de Valencia procede la receta al tomate, donde se sirve la raya con una salsita de tomate con pimiento, cebolla y un toque de aceitunas.

 

Las rayas de menor tamaño es mejor presentarlas fritas y las más grandecitas en guisos. Cuando se cocina resulta un jugo exquisito y es recomendable consumirla un par de días después de haber sido pescada. Recién capturada su carne es más dura y correosa.

 

¿A qué esperas para ir a tu pescadero y conseguir un buen ejemplar de raya? Venga, prepara la cazuela que hoy comemos raya.