LA PLAZA

Para el verano nada mejor que el helado

De vainilla, chocolate, fresa o nata. Leche merengada, frutas del bosque o flan. ¿Cómo te gusta el helado? Prepárate para estas tres recetas, serás un maestro heladero.

Una vez escuchamos a un sabio decir que no era más feliz el que más tenía, sino el que más helados comía. No sabemos si tendría razón o no, pero a casi todos se nos pone una gran cara de felicidad al tomarnos uno. ¿Te imaginas hacer tus propios helados en casa? Pues deja de imaginarlo y hazlo, porque vamos a darte tres deliciosas recetas para que seas todo un maestro heladero.

 

Helado de plátano y muesli

 

Para preparar esta receta vas a necesitar entre cuatro y cinco plátanos maduros, una lata de tamaño pequeño de leche condensada, unos treinta gramos de miel, cuatrocientos mililitros de nata para montar y una cucharada de muesli por plátano que utilices.

 

El primer paso es preparar los plátanos. Los más maduros son mejores para hacer el helado. Pélalos y trocéalos. Ahora pon en el vaso de la batidora la nata y bátela sin llegar a montarla, solo necesitamos que coja algo de volumen. Añade el resto de ingredientes y bate hasta que te quede una mezcla sin grumos. Incorpora el muesli y mezcla de nuevo. Con el helado ya listo, basta con ponerlo en diferentes moldes y guardar en el congelador. Con unas horas será suficiente para tener una textura cremosa.

 

Helado de queso Idiazábal

 

Este es uno de los helados favoritos de los más queseros. Necesitas 100 gramos de queso Idiazábal ahumado, 200 gramos de nata, 100 gramos de azúcar y tres yemas de huevo. Sencillo, ¿no?

 

Coge el queso y rállalo. Si te queda grueso, mejor que mejor. Colócalo en un cazo y caliéntalo a fuego medio hasta que quede bien derretido. El siguiente paso consiste en disolver la nata en el queso. El truco es incorporar poco a poco la nata. Deja enfriar y bate las yemas de huevo y el azúcar en un cuenco. Puedes ayudarte de una varilla. Debe quedarte una textura espumosa y bien integrada. Cuando tengas la mezcla del queso y la nata fría, añade estas yemas batidas y pasa por un colador todo para eliminar grumos. Vuelve a dejar enfriar y mételo en el congelador. Cuando lleve un ratito y esté a punto de congelarse, mueve el contenido del molde con un tenedor y vuelve a dejarlo en el congelador hasta que se quede duro definitivamente. ¡Listo! Solo queda servir con una mermelada casera de frutos rojos o con un poco de miel derretida.

 

 

Helado de aceite de oliva

 

Terminamos con un helado tan delicioso como nutritivo y original. Con esta receta vas a ser la envidia de tus invitados. Para su elaboración necesitas cuatro yemas de huevo, cien gramos de azúcar, 250 gramos de nata y la misma cantidad de leche y 10 centilitros de aceite de oliva.

 

Su elaboración es sencilla. Bate al baño maría las yemas y el azúcar, luego incorpora una mezcla caliente –sin que llegue a hervir– de la leche y la nata. Deja enfriar la mezcla y ponla en el congelador. Cuando esté casi helada, añade el aceite y mezcla todo de nuevo para que no se formen cristales antes de dejarlo otra vez en el congelador. Cuando endurezca estará listo para tomar. ¡Una delicia!

 

¿Cuál te ha gustado más? Hoy toca una ronda de felicidad para todos con estas tres recetas de helado con productos caseros y todo hecho a mano. ¡Nada mejor para recordar nuestra infancia!