LA PLAZA

Para disfrutar, la fruta has de lavar

La fruta a casi todos gusta. Dulces, fresquitas y con un sabor excepcional. No obstante, ¿sabes bien cómo lavarlas? Sigue unos simples consejos para comértelas bien limpias.

Doce del mediodía. Suena el reloj. ¿Qué hora es? Tiempo para una crujiente y deliciosa manzana. Espera, ¿la has lavado? Seguro que es una pregunta que has escuchado alguna vez. A todos nos encanta comer fruta fresca y de temporada, como la que puedes encontrarte en La Plaza de DIA. No obstante, ten en cuenta que pueden tener algo de suciedad que conviene eliminar.

 

Desde que la fruta es recolectada hasta que llega a tus manos han ido pasando diferentes procesos. Es posible que se haya ensuciado por el camino, ya sea por la tierra acumulada, por el uso de algún pesticida o simplemente por estar al aire libre. En muchas ocasiones esta suciedad no se aprecia sobre la superficie de la fruta. Pese a ello conviene seguir unos sencillos pasos para que a la hora de comerla puedas disfrutarla sin problemas.

 

  • No laves la fruta hasta que te la vayas a comer. Eso sí, antes de empezar el proceso, ten en cuenta que lo primero que debes mirar es que todos los utensilios que vas a utilizar estén bien limpios. Prepara cuchillos, tablas y similares para que cuando manipules la fruta todo esté desinfectado.
  • Antes que la higiene de la fruta, apuesta por tu propia higiene personal. Si vas a tocar los alimentos con las manos, encárgate de lavártelas previamente con jabón.
  • Evita el agua caliente. Mejor lavar con agua fría.
  • Toda la fruta debe ser lavada, incluso las que tienen piel como las naranjas, que no te la vas a comer. ¿Por qué? Fácil, las bacterias pueden quedarse en las grietas e incluso en tus manos o en el cuchillo que utilices para el corte.
  • Sumerge en agua abundante las piezas de fruta. Si la piel es gruesa o está muy sucia, puedes ayudarte de un cepillo para eliminar la suciedad.
  • Elimina hojitas y tallos, que muchas veces contienen las sustancias más perjudiciales para tu cuerpo.
  • Las frutas de tamaño grande y consistencia dura como las manzanas o las peras, basta con un poco de agua y frotar bien con un cepillo.
  • En frutas que crecen sobre la tierra, como el melón o la sandía, es conveniente lavar y secar bien antes de abrirla. Además, puedes optar por utilizar dos cuchillos. Uno de ellos para partir el trozo que quieres tomarte y otro para separar la corteza de la pulpa.
  • Hay frutas pequeñas como uvas, fresas, frambuesas y similares que basta con dejar unos minutos en remojo para que queden bien limpias.
  • Una vez lavada la fruta, puedes optar por desinfectarla. Hay remedios caseros eficaces para estos casos. Una opción es usar bicarbonato, basta con una cucharadita en un litro de agua en un recipiente y sumergir la fruta durante 10 minutos. Igual funciona el limón o el vinagre. Luego solo tienes que volver a aclarar la fruta bajo el chorro de agua fría del grifo.

 

Como consejos finales, la fruta se conserva mejor en sitios frescos, sin humedad y con una correcta ventilación. Evita introducir la fruta en bolsas de plástico, ya que podrían tener humedad. Fácil, ¿verdad? Vamos a ser limpitos y a comer. Ya lo sabes, cuando hay fruta en la huerta, hay amigos en la puerta.