Níspero veo, níspero quiero

Nos han entrado ganas de lanzarte una adivinanza. Ni espero que nos lo aciertes, ni espero que nos bendigas y, con un poco de suerte, espero que nos lo digas. ¿Lo has adivinado? Seguro que sí, ¡el níspero! Seguro que con solo nombrarlo se te hace la boca agua, ¿verdad?

 

Delicioso, sabroso y muy nutritivo. Sin duda, una de las frutas más maravillosas de la primavera.

 

Lo primero de todo, no debes confundir el níspero europeo y el japonés. Son especies distintas, aunque tomen el mismo nombre. El europeo está casi desaparecido, aunque se lleva cultivando desde hace más de 3.000 años. Fueron los romanos los que lo extendieron desde el mar Caspio hasta nuestros días. En la actualidad se cultiva el japonés, que tiene su origen en China, pero de ahí pasó a Japón y así hasta Europa en el siglo XVIII. Al principio, solo se utilizaba como árbol decorativo. ¿En serio? Sí, en serio. No sabemos en qué pensaban antiguamente. A finales del siglo XIX empezaron a comer los frutos y descubrieron que eran muy jugosos. Es un árbol frutal que se cultiva en Asia, América y todo el área mediterránea. Como curiosidad, ¿sabías que en México el día de los muertos se adornan los altares con nísperos para ofrecérselos a los espíritus?

 

En cuanto a sus variedades, destacan las de dos grandes grupos. Por un lado, el japonés –maduran antes y el color de sus frutos es más claro– y por otro, el chino, de características contrarias. En España las que más consumimos son las variedades Tanaka y Algerie. Son conocidos los nísperos Algerie de Alicante y Almería. Además, hay dos tipos recientes, como son el Magdall y el Golden Nuget, que son propios de Málaga y Granada.

 

Beneficios y propiedades

 

Como es habitual en las frutas primaverales, el níspero no podía ser menos y tiene muchos beneficios para el organismo. Es un excelente depurador, ya que es muy diurético y te limpia el cuerpo. Es muy popular por ser un gran protector del hígado. Es adecuado para tratar enfermedades como la cirrosis, hepatitis o el hígado graso. Ayuda a bajar de peso y reduce tus niveles de colesterol. Por si todo esto fuese poco, apenas contiene calorías. Sí, en efecto. Va genial para dietas de pérdida de peso. Vamos, para que te hagas una idea, tiene tres veces menos calorías que una manzana y cuatro que una naranja. Tiene poco contenido en azúcares, propiedades antidiabéticas que ayudan a bajar el nivel de azúcar en sangre –diabéticos, levantaos– y es un alimento muy saciante. ¡A comer!

 

Su uso en la cocina es diverso. Lógicamente su mayor consumo es en crudo como fruta fresca o en ensaladas, pero también está muy rico en tartas y todo tipo de repostería. ¿Qué tal si preparas una buena confitura o mermelada? Rico, rico. ¿Sabías que sus semillas también se utilizan para hacer vino? Algunos se atreven incluso a fabricar sake –una potente bebida alcohólica– con las mismas.

 

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Es una fruta cuya temporada va de abril a junio. Para elegir el níspero adecuado, debes prestar atención a su piel, que esté sin manchas. Cuando lo toques no debe estar blando, aunque tampoco duro. Al abrirlo, si su color es entre amarillo y naranja, indica que ha sido recogido en el mejor momento. ¡Qué poco cuesta comer bien!