LA PLAZA

Mes con erre, mes con marisco

Langostinos en primavera, mejillones para el verano y bogavantes para el otoño. ¿Qué hay del invierno? Te contamos qué mariscos debes comer cuando llegue el frío.

Cuando llega mayo comienza el ciclo reproductor de las especies consideradas como marisco. Un ciclo que llega hasta agosto. Cuando están en este proceso, pierden peso y su carne se vuelve blandita. Además, las hembras desovan. En definitiva, se pierde gran parte de su sabor. Esta es la razón por la que seguro que has escuchado que el marisco se come en los meses con erre, de septiembre a abril. Tampoco te lo tomes al pie de la letra, ya que no todos los mariscos son iguales.

 

Se pueden clasificar cómodamente por meses, aunque sabemos que hoy en día es posible consumir marisco todo el año gracias a los congelados.

 

  • Primavera. Cigalas, almejas y ostras.
  • Verano. Navajas, almejas, langostas, bogavantes, percebes y mejillones.
  • Otoño. Vieiras, zamburiñas y berberechos.
  • Invierno. Centollo, buey de mar, nécoras, vieiras y almejas.

 

Mariscos en Navidad

 

Si hay algo que no suele faltar en las mesas españolas cuando llegan las fiestas navideñas es un buen plato de marisco. Hay para todos los gustos, pero te vamos a contar cuál es el marisco estrella.

 

  • Las almejas que no falten, sobre todo las finas. Se pueden hacer en un buen guiso marinero destacando su excelente sabor.
  • El bogavante también es muy protagonista, aunque se trata de un producto caro, ya que solo se aprovecha un tercio de su peso. Cocidos o a la plancha son una delicia.
  • De caparazón redondo y espinoso, los centollos son inconfundibles. Las hembras están riquísimas, más aún cuando están llenas de huevas. Se distinguen de los machos por lucir una lengüeta redondeada en la parte posterior del caparazón.
  • Pese a que son difíciles de pelar, las cigalas no pueden faltar en el listado.
  • Por supuesto las gambas en todas sus variedades. La roja mediterránea o la blanca de la costa de Huelva. ¿Cocidas o a la plancha? ¡Ricas, ricas!

 

Crema de mariscos

 

Y para aprovechar, nada mejor que ponernos a cocinar, ¿no? Vamos al lío con una crema de mariscos con un buen fondito de pescado para cuatro personas. En la receta necesitarás una docena de gambas, 250 gramos de nécoras, una cabeza de rape y unos mejillones al vapor. Además, un tomate, una patata, un puerro, azafrán, dos cucharadas de tomate frito, media cucharada pequeña de pimentón dulce, una hojita de laurel, 100 mililitros de brandy y aceite de oliva.

 

Primero debes hacer el caldito de pescado. Para ello, cuece el rape ­con el marisco y la hojita de laurel en agua con sal. Con 20 minutos es suficiente. Retira las espinas y partes duras, así como la hoja de laurel. Pela las gambas y reserva también la carne del rape y los corales de las nécoras. Después, pon en una cazuela el puerro picadito para hacer un sofrito. Añade el tomate y la patata picados cuando esté pochado el puerro, mete también el brandy y sube el fuego. Incorpora el pimentón, el azafrán y el tomate frito. Deja que se evapore el alcohol y añade a la cazuela el caldito con el pescado y los mariscos limpios. Cuece 10 minutos y pasa el caldo por la batidora para hacer un puré. Sirve caliente con algunas colas de gambas a modo de decoración y un poco de cebollino picado. Recuerda que los pescados y el marisco pueden concentrar mucha sal, así que conviene ir probando el punto salado y rebajar si es necesario con leche evaporada.

 

Decía nuestra tía Francisquita que los mariscos quieren vino, pues de agua ya van llenos. Así que nada, elige bien quién te va a acompañar y ve descorchando la botella.