LA PLAZA

Mal olor en la cocina, menuda pamplina

Ese momento en el que entras en casa y lo notas. ¿Todavía huele? ¡Pero si el pescado lo hice esta mañana! A veces la cocina se llena de aromas algo desagradables que te gustaría eliminar.

Di adiós al mal olor. ¿Cómo? Siguiendo unos simples consejos antes de preparar tus deliciosos platos y después de recoger las sobras. Como bien dice el refrán, de los olores el pan, de los sabores la sal.

 

Olores en los electrodomésticos


Abres el frigorífico y te encuentras algo que huele rancio. ¿Un alimento en mal estado? Identifica de dónde viene y limpia bien la zona con agua y vinagre. Debes saber que los cítricos absorben los malos olores y los cambian por un aroma fresco. Plantéate colocar un recipiente con limones y naranjas al fondo de la nevera. También valen si ya han sido exprimidos –así los reutilizas– o si los rellenas con una rica especia, el clavo. Otra idea es colocar en el interior del frigo un cazo con bicarbonato o dejar un envase de café, da igual que esté vacío. ¡Tus olores desaparecerán!

 

Si has cocinado algo en el microondas o en el horno, el truco es muy sencillo. Hierve un recipiente con agua y pon dentro unos cuantos cítricos troceados. Es mano de santo. Igual pasa con el lavavajillas, que con una rodajita de limón y un repasito al finalizar el lavado con un poco de agua y vinagre lo tendrás en plena forma.

 

Horno y limonero, ambientador casero

 

Para limpiar el fregadero, calienta vinagre y añádele sal y bicarbonato. Echa la mezcla por el desagüe dejándola actuar durante 20 minutos y aclara con agua.

 

Olores cocinando

 

No debes tener miedo de cocinar alimentos que puedan generar malos olores. Vale, estás pensando en las coliflores, los brócolis o el pescado, ¿verdad? Si vas a freír algo de pescado, añade la corteza de un limón o un ajo partido a la sartén. Desaparece el olor y encima le das vidilla a tus recetas. Pasarlo por agua con leche antes de freírlo también funciona.

 

Para las verduras, echa un chorreón de vinagre blanco en el agua que vas a usar para su cocción, o si lo prefieres usa la leche. Hay también casos en los que funciona de maravilla un trozo de pan mojado en zumo de limón colocado en la tapa de la cazuela, por ejemplo con las coles de Bruselas. ¿Y por qué no usar frutos secos? Son muy efectivas las nueces y avellanas –con cáscara– en el fondo del recipiente.

 

Ah, y que no se te olviden las manos, que te pones a picar cebolla o ajo y el olor te persigue todo el día. Corta un limón en rodajas y mézclalo con agua. Es ahí donde deberás meter los dedos restregando bien entre las uñas.

 

El cubo de la basura


Hay veces que el olor en la basura se resiste a irse. Vierte un poco de bicarbonato en la bolsa o deja en el fondo la ralladura de un par de limones y naranjas. Así conseguirás que se vaya. Otro problema bastante común son los tupper, que cogen ciertos aromas si los usas a menudo. Si con un simple fregado no basta, ¡atento! Arruga un papel de periódico y déjalo dentro con la tapa puesta. Cuando lo retires, el olor se habrá ido.

 

Nos gustan las velas y los ambientadores, pero estos utensilios solo conseguirán enmascarar los olores. Se casan más moscas con miel que con vinagre. Nada, a seguir esos pasos para tener una cocina fresca y limpia. Que tu casa es tu casa y el mal olor no tiene cabida en ella.