LA PLAZA

Leche condensada, ¡deliciosa!

Leche, azúcar y evaporar agua. Nunca un producto tan sencillo resultó tan exquisito. Te contamos cómo preparar leche condensada, sus usos y algunas variantes.

Aunque muchos sitúan su origen en la Segunda Guerra Mundial, parece que hay que remontarse al siglo diecinueve para localizar el nacimiento de la leche condensada. Por aquel entonces, las intoxicaciones derivadas del consumo de leche eran bastante cuantiosas. La incorrecta manipulación del producto y su mala conservación eran los factores principales. Así, fruto de varias investigaciones nació este manjar. ¿Conocías su origen? Te contamos más cositas sobre la leche condensada para que no se te escape nada de nada.

 

¿Qué es la leche condensada?

 

En 1822 fue Nicolás Appert el que dio el primer paso para lograr la leche condensada tras evaporar el agua usando la técnica del baño maría. Años más tarde, en 1835, William Newton añadió azúcar a este experimento como método de conservación. Y dos décadas más tarde la comercialización corrió a cargo de Gail Borden. La Guerra Civil de Estados Unidos terminó por popularizar este alimento. 

 

Vamos, que básicamente la leche condensada es leche que se ha sometido a un tratamiento de evaporación de su agua. Así, se concentra mucho la leche, quedando muy espesa. Finalmente se le añade una gran cantidad de azúcar, que normalmente varía entre un treinta y cincuenta por ciento en función de si es leche entera o desnatada.

 

La leche condensada y otras variantes

 

Bien. Una vez que nos queda claro lo que es la leche condensada, vamos a repasar sus semejanzas y diferencias con otros productos relacionados.

 

  • Dulce de leche. Quizá sean las más parecidas por su textura y su dulce sabor, aunque el color las delata. Sin embargo, el color no es su única diferencia. Digamos que el dulce de leche es una condensada caramelizada. Para hacer dulce de leche se necesita mezclar azúcar, vainilla y leche. Se hierve a fuego lento durante bastante tiempo y así se consigue esa caramelización de la leche condensada. ¡Espectacular! 

 

  • Leche evaporada. Ambas leches son muy similares. La principal diferencia radica en que a la evaporada no se le añade azúcar, solo se le quita el agua. Se suele utilizar más como sustitutivo de la nata en muchos postres.

 

  • Leche condesada light. Es relativamente sencillo encontrar en los mercados una versión más ligera de la leche condensada. Esta consiste en utilizar para su elaboración leche desnatada. Sin embargo, el ahorro calórico no es muy significativo, pues también lleva azúcar.

 

  • Leche condensada vegetal. Si le quieres poner un punto diferente, es posible hacer leche condensada de origen vegetal. Basta con utilizar como ingrediente principal leche de soja, de almendras o de coco. Estas tres son las que mejor funcionan para hacer la receta, pues su contenido graso le dará mejor textura.

 

Usos de la leche condensada

 

¿Y para qué podemos usar este tipo de leche? ¡Fácil! Va con casi todo tipo de postres dulceros. Puedes preparar desde un arroz con leche condensada hasta un bol de fruta fresca regada con leche condensada o colocar un poquito de este lácteo con un café solo. A la horchata también le va fenomenal. Ocurre igual con los batidos. Y la gelatina con leche condensada está riquísima. 

 

Ponle un poquito de dulce a tu vida con leche condensada. Sin pasarse, que a nadie le amarga un dulce, pero los excesos nunca son buenos. ¿En la cocina? ¡Comida sana y divina!