LA PLAZA

La perfecta hamburguesa casera

Jugosas, apetitosas y deliciosas. ¿Te gustan las hamburguesas? Te hablamos de las hechas con mimo, como en casa. Seguro que te conviertes en todo un experto.

Aunque muchas veces hayas escuchado eso de que las hamburguesas son comida no demasiado buena, es algo que no es cierto. En absoluto. Puede ser una comida excelente, siempre que sepamos qué comemos y que la calidad abandere el producto. Cada vez es más común encontrar en tu mercado de confianza este tipo de alimentos hechos por el carnicero igual que si hicieses la hamburguesa en casa.

 

Así que nos hemos propuesto contarte los trucos y consejos para comerte la hamburguesa casera perfecta. Tanto si la haces tú como si la compras hecha.

 

Tipo de carne

 

Como en casi todo lo que comemos, la calidad de la materia prima es la clave y en una hamburguesa lo tenemos muy claro. La carne tiene que ser buena. ¿Qué tipo de carne es recomendable para las hamburguesas al más puro estilo casero? Para gustos, colores, aunque la de ternera siempre suele ser la mejor opción. En cuestión relación calidad-precio la de aguja de ternera o añojo es perfecta. Aunque para los más exquisitos, quizás les sepa a poco. La de espaldilla también tiene un buen sabor.

 

¿El secreto? Añadir algo de grasa. Esto no es obligatorio, pero le da el toque sobresaliente. Los expertos hablan de una proporción de 80 por ciento carne magra y 20 por ciento grasa. Así, el carnicero puede picar la ternera con un poquito de panceta fresca, por ejemplo. Si quieres medio kilo para hacer varias hamburguesas en casa, solo tienes que picar unos 400 gramos de ternera y 100 de grasa.

 

Preparación de las hamburguesas

 

Olvídate de la harina, la miga de pan o el huevo. La hamburguesa es y debe ser carne sazonada. Si ya tienes la carne picada, puedes ponerla en un bol y añadirle sal, pimienta, perejil, aceite de oliva y orégano. Para los más exóticos, ¿qué tal un poquito de salsa de soja? También puedes añadirle a la carne los complementos, como la cebollita, ajo o cosas más potentes como el bacon o queso. ¿Listo?

 

Hasta aquí puedes hacerlo tú mismo en casa o comprar las piezas en tu carnicero de confianza. Como prefieras. Ahora es cuestión de ponerle maña al asunto y cocinarlas en casa. Pero tranquilo, para eso también te vamos a dar algunas ideas interesantes.

 

Cocinando las hamburguesas

 

Cuando ya tienes la materia prima lista, es el momento de darle forma, a no ser que ya la hayas comprado así. En casa basta con hacer unas bolitas con la masa de carne que has sazonado y utilizar aros de emplatar o algún recipiente redondeado con el que le podamos dar forma. Ten en cuenta que en la sartén encogen, así que conviene darles aproximadamente un centímetro más del diámetro que tenga el pan.

 

El pan, ese gran aliado. Si tienes una carne de calidad, el pan no debe ser menos.

 

Puedes optar por hacerlo también casero, aunque también venden buenos panes para estas recetas. ¿Cuál es el truco del pan? Lo ideal es tostarlo por las caras interiores, para que la carne no se enfríe al contacto. Por las exteriores no es necesario, ya que solo conseguirás que se reseque demasiado el pan.

 

Solo un inciso. Si tenías la hamburguesa congelada, tienes que descongelarla por completo antes de hacerla y volver a sazonar por el exterior, ya que en el proceso se pierde algo de sal. La carne debe estar fría –de nevera– al meterla en la sartén, para que no se funda la grasa rápidamente. No hace falta que embadurnes de aceite la plancha, es mejor extender el aceite por la carne y colocarla sobre el fuego. Para el tiempo de cocción depende del gusto del punto de la carne.

 

Ya estás más que preparado para ser todo un chef hamburguesero, ¿no? Si es que es facilísimo comer hamburguesas caseras, ¿verdad? ¡Qué poco cuesta comer bien!