LA PLAZA

La judía verde nos pierde

Muy apreciada y consumida, la judía verde comenzó a comerse en Europa a partir del siglo XIX. ¿Sabías que existen más de cien variedades de esta verdura?

Los historiadores no se ponen de acuerdo –algo habitual– y marcan como origen de la judía verde distintas partes del mundo. Algunos aseguran que nacieron en zonas de México y Perú. Otros apuestan más por China o India. Quién sabe cuál será la verdad. En lo que sí coinciden es en que en el año 5000 antes de Cristo ya se cultivaban. Además, fue de las primeras verduras que se llevaron los europeos de América a Europa. Sin embargo, el consumo de la judía como verdura no llegó hasta el siglo XIX, ya que antes solo se comían sus semillas. Año tras año son cada vez más los que aprecian el sabor de las judías verdes. ¿Qué tienen que a tantos enamoran?

 

Variedades de las judías verdes

 

¿Sabías que en el mundo hay más de cien variedades de esta verdura? Por norma general todas se dividen en dos grandes grupos. Por un lado las judías de enrame, cuya vaina es gruesa y planita. Por otro, las judías enanas, con una vaina estrecha y redondeada. No obstante, también podemos clasificarlas en función del color de su vaina. Atento:

 

  • Judía Borlotto. De color blanquecino con vetas rojas.
  • Judía Bobby. De color verde, variedad gruesa y muy carnosa.
  • Judía azul. Tiene un fantástico tono azulado, aunque este desaparece en la cocción. Es poco común.
  • Judía de cera. Su color va del blanco al amarillento.
  • Judía Marbel. Vaina verde con vetas violetas.
  • Judía obelisco. Vaina verde con vetas púrpuras.

 

Interesante, ¿verdad? Todas son fantásticas. ¿Y sabes lo mejor? Las podemos encontrar durante todo el año, ya que su cultivo en invernadero es extraordinario.

 

Propiedades de las judías verdes

 

Las judías verdes nos encantan y te contamos un secreto: ¡pst pst, no nos hacen engordar nada! Fantástico, ¿no? Aportan menos de 30 kilocalorías por cada 100 gramos de producto. Además contienen mucha fibra, que nos regula el tránsito intestinal y además nos produce un efecto saciante. Todo un regalo.

 

Entre sus nutrientes destaca el potasio, que es bueno para tener nuestros músculos a tono. También contienen magnesio, que tiene un efecto laxante y mejora el sistema inmunológico. No les falta fósforo, para llenarnos de energía. Y claro, como todas las verduras, son una fuente extraordinaria de vitaminas, sobre todo de la C y la provitamina A junto a la B2 y a la B6, aunque estas últimas en menores cantidades. Como bien sabemos, la vitamina C es un poderoso antioxidante y la A es mejora el estado de tu piel, cabellos y ojos.

 

Conservando y comprando judías verdes

 

Siempre vienen bien unos consejos para elegir las mejores piezas de tus productos favoritos en La Plaza de DIA. Cuando vayas a comprar judías verdes escoge aquellas con colores vivos. Que sean brillantes y no tengan manchas. Su forma ha de ser regular y no deben parecerte demasiado duras al tacto. Cuando unes ambos extremos de las vainas, estas deben romperse. De lo contrario será un indicativo claro de que no son frescas. Cuando menos marcadas estén las semillas mejor calidad tendrán las judías.

 

Vale, ya has cogido un buen puñado y ahora llegas a casa. ¿Dónde las guardas? Lo mejor es utilizar una bolsa de plástico con agujeritos para su conservación y guardarlas en la parte de la nevera donde les dé menos frío. Así van a estar perfectas en un periodo entre cinco y diez días. ¿Es posible congelarlas? Claro, y quedan genial. Solo tienes que escaldarlas previamente unos tres minutitos. Esto debe hacerse tras cortarlas, si el corte que vas a hacer es transversal, o antes, si el corte va a ser a lo largo.

 

Plana o redonda, ¿qué más da la forma? Las judías verdes se comen así y asá, porque todas tienen un sabor sin igual. Aprovecha los productos frescos y de temporada. ¡Qué poco cuesta comer bien!