LA PLAZA

La hidratación en el verano

Los meses de verano llegan cargados de calor y con él hay que tener especial cuidado para mantenernos siempre hidratados.

El verano es muchas cosas, pero sobre todo calor. El calorcito se instala con especial intensidad en muchas zonas de España. Las playas se llenan y las montañas gozan de días muy soleados. Tiempo de disfrute pero con el que hay que tomar muchas precauciones. Protegerse por fuera, con crema solar, y por dentro. ¿Cómo nos protegemos por dentro? Con la hidratación, que juega un papel fundamental en nuestro organismo.

 

El agua es el principal componente de nuestro cuerpo. Nuestras células absorben el agua que ingerimos y la necesitan para su correcto funcionamiento. Hidratarse es necesario durante todo el año, pero más aún cuando llega la época estival. ¿Por qué? Fácil, porque la temperatura del ambiente aumenta y tu cuerpo reacciona mediante la secreción del sudor. Así se consigue regular la temperatura corporal, pero claro, nos quedamos secos. Además, en los meses calurosos tendemos a hacer más actividades al aire libre que suponen cierto esfuerzo y nos hacen sudar más.

 

Modos de hidratación

 

  1. Agua. Es la principal vía de hidratación. Barata, gusta a todo el mundo. Es la bebida que más calma la sed. Imprescindible en tu día a día.
  2. Bebidas refrescantes. No tienen que ser solo refrescos con gas. Pueden ser aguas aromatizadas, algo de zumo de fruta mezclado con agua y similar. 
  3. Zumo de fruta. No solo hidrata. El zumo de fruta es muy sano y está riquísimo. Además, puedes ir bebiendo diferentes tipos de zumo en función de la temporada de frutas en la que te encuentres. Aportan energía y son muy nutritivos.
  4. Bebidas isotónicas. Las típicas bebidas para deportistas, que están especialmente indicadas para una hidratación rápida tras un esfuerzo físico. Además, te reponen las sales minerales y otros elementos perdidos a través del sudor.
  5. Bebidas alcohólicas de baja graduación. Como la cerveza, la sidra y algunos vinos. Numerosos estudios demuestran sus beneficios tras un consumo moderado. Por ejemplo, la cerveza hidrata mucho y aporta vitaminas del grupo B.
  6. Café e infusiones. Hidratan tanto como el agua, pues es su componente principal. Una alternativa para aquellas personas a las que les cuesta beber solo agua.
  7. Comer fruta. La fruta en general hidrata bastante, pues gran parte está formada por agua. Es el caso de la sandía o del melón, pero también de las peras y manzanas, entre otras muchas.

 

Consejos sobre la hidratación

 

  • La sed es una señal de alarma. No hay que beber solo cuando tengamos sed, tenemos que adelantarnos. La sed nos avisa de que nos estamos deshidratando, por lo que es preferible evitar llegar a este punto.
  • Aumentar la hidratación en épocas de calor. En invierno se recomienda beber entre dos y dos litros y medio de líquido, pero en verano esta cifra aumenta hasta los tres litros y medio.
  • Beber de forma periódica. Es más positivo si bebemos poco a poco durante todo el día, que pegarnos un atracón de líquido durante la comida.
  • Evitar la monotonía. No solo hidratan los líquidos. Los alimentos, sobre todo las frutas, contienen un gran porcentaje de agua. Por ejemplo, comer una sandía no solo es sano y refrescante, también hidrata.

 

Dicen que el agua es vida y acabamos de ver que cierto es. El agua y los líquidos son parte fundamental de nuestro día a día. Nos hacen estar sanos y son imprescindibles para que nuestro organismo funcione con normalidad. Así que ya lo sabes: a hidratarse bien y a seguir todos estos consejos.