LA PLAZA

La fresa: la fruta hecha princesa

Fresas y fresones. Unos frutos rodeados de leyendas, con mucho sabor y colorido. ¿Conoces sus tipos y propiedades? ¡A cocinar!

Labios de fresa, sabor de amor. Así empezaba el estribillo del famoso tema de Danza Invisible. No es para menos. Es el fruto del amor y la pasión. En batido, con nata, con azúcar, con yogur o en crudo. Da igual el momento y el lugar, ¡pon una fresa en tu paladar!

 

¿Sabías que existen más de 1.000 variedades de fresas?

 

Las que consumimos en Europa tienen su origen en Estados Unidos. En España, las de Huelva son las más conocidas, tienen fama mundial. Un dato curioso es que el 65 por ciento de las fresas y fresones que se consumen en España proceden de esta provincia andaluza. Las del Maresme también son muy populares. Estas últimas se producen entre junio y enero, y las onubenses entre enero y junio.

 

Aunque es sencillo equivocarse. Las fresas y los fresones no son lo mismo. Vienen de la misma familia, pero las primeras son más pequeñas y los segundos tienen un tamaño mayor. Básicamente casi todo lo que encuentras en tu mercado de abasto es fresón. Es difícil hablar de todos los tipos, así que nos vamos a centrar en los más comunes:

 

  • Reina de los Valles. Es la que más se vende en el mercado español. Una variedad muy aromática. Son pequeñas y dulces.
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  • Camarosa. Fresón que reinó en los años 90. Es de las que tienen mayor cultivo. Su aspecto es brillante y tienen una textura muy firme.
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  • Pájaro. Buen color rojo y brillante. Sabor exquisito.
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  • Selva. Al rico fresón del verano. La mejor fecha para su consumo abarca desde julio hasta finales de septiembre.

 

Pero es que las fresas y los fresones no solo están ricos, también tienen numerosas propiedades que pondrán contento a tu cuerpo. Lo primero de todo es que aportan muy pocas calorías. Tienen muchas vitamina C, más que los cítricos –ideal para curar los resfriados– y te aportan fibra, para que tu sistema digestivo vaya como un reloj. Son un excelente alimento diurético –mantienen a tono tus riñones–. Por si todo esto fuese poco, los expertos afirman que comer este fruto previene algunos cánceres como el de esófago y mejora la memoria.

 

La fresa en la cocina

 

Aunque es muy habitual comerlas en crudo, quizá lo sea más usarlas para enriquecer batidos o yogures. También con chocolate o en mermeladas, ¡qué ricas! Aprovecha las fresas y fresones de temporada para hacer deliciosas confituras con todas sus propiedades y su sabor intacto.

 

Además, hacer mermelada casera es muy fácil. Coge un kilito de fresones, unos 600 gramos de azúcar y el zumo de un limón. Pela y trocea la fruta al gusto, échale el jugo del cítrico y un par de cucharadas de azúcar. Espera que repose unos 30 minutos, añade el resto del azúcar y pon todo a cocer unos 20 minutos. Utiliza una cucharada de madera para mejorar el resultado. Deja que se enfríe y ¡listo! Si te apetece ser más creativo, ¿qué tal si pruebas con un gazpacho de fresas o un carpaccio de fresas con nata?

 

El que come fresas, la vida interesa. ¡Cómete la vida! Y si es con fresas, mucho mejor. Sabor, aroma y color.