LA PLAZA

Hábitos de una buena higiene alimentaria

¿Cuáles son tus hábitos de higiene con los alimentos que consumes? Debes cuidar mucho la conservación de tus productos favoritos para tomarlos en perfecto estado.

En nuestro día a día estamos rodeados de hábitos. El cafelito de por la mañana, el cepillado de dientes, una ducha relajante al anochecer o un poquito de siesta tras el almuerzo. Eso está bien, ¿no? Los hábitos y costumbres pueden ser muy provechosos para tener una vida ordenada y sin sobresaltos. A veces la rutina es más que necesaria. ¿Sigues también hábitos en el cuidado de los alimentos? La higiene alimentaria es importantísima para consumir los productos en el mejor estado posible.

 

Así que nos hemos propuesto ofrecerte unos pasos a seguir, trucos y consejos para tener una correcta higiene en la alimentación.

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la higiene alimentaria como "el conjunto de condiciones y medidas que deben estar presentes en todas las etapas de producción, almacenamiento, transformación, transporte, conservación y cocinado doméstico del alimento, para garantizar la salubridad de los alimentos". Dicho esto, vamos a ver qué podemos hacer para mejorarla.

 

Puntos para una buena higiene alimentaria

 

  1. 1. Limpieza. Es el primer mandamiento y el más importante de todos. Toda receta debe empezar con la limpieza de los productos y utensilios que se van a utilizar. Desde los ingredientes hasta los cuchillos, pasando por las sartenes o las tablas de corte. ¡No te olvides de tus manos! Siempre es preferible lavarse las manos con agua caliente antes de manipular pescados y carnes. La temperatura elevada del agua puede eliminar mejor los rastros de posibles bacterias.
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  3. 2.  Calor, el amigo de los alimentos. Cuando sometes a altas temperaturas a los alimentos no solo mejoras su sabor y olor, también estás mejorando sus condiciones de higiene. El calor destruye los microorganismos y tiene la virtud de ablandar las fibras de los alimentos, haciéndolos más comestibles. Eso sí, cuidado con el recalentamiento. Esto es perjudicial y solo debe hacerse una vez como mucho. Cocina las carnes a fondo, sobre todo por el centro las gorditas y ten precaución con los aceites. No se deben mezclar diferentes tipos de aceites, ni unos nuevos con viejos. Cada uno tendrá una temperatura distinta de calentamiento y se pueden formar sustancias nocivas al darle calor.
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  5. 3. Enfriar para conservar. Lo más recomendable siempre es consumir los productos el mismo día de su compra. Sabemos que esto no suele ser lo habitual por el ritmo de vida que llevamos, por eso debemos hacer uso de nuestras neveras. Si has cocido alimentos, intenta refrigerarlos antes de dos horas tras su cocción. Si puedes, utiliza el microondas para descongelar los productos en lugar de hacerlo a temperatura ambiente. Si no, descongela a temperatura ambiente en un lugar fresquito y aireado. Cuando empiece a ablandarse el alimento por los extremos, deja que termine de descongelarse poco a poco en el frigorífico. Tras la descongelación, las carnes y pescados deben cocinarse a fondo.
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  7. 4. El cocinado perfecto. A veces no tenemos claro cómo cocinar los alimentos y esto puede ser algo negativo para conservar su buen estado. Conocer los distintos puntos de cocción de los productos es fundamental para eliminar riesgos. ¿Sabías que el pollo y el huevo son muy susceptibles ante una posible contaminación? Debes acordarte siempre de alcanzar al menos el 75 por ciento de sus cocción para poder comértelos. Ya lo sabes: el pollo y los huevos, bien hechos.
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  9. 5. Evita la mezcla. En la nevera no mezcles alimentos crudos con cocinados. Es relativamente sencillo que las bacterias de los crudos pasen a los cocinados y queden contaminados. Es muy práctico utilizar distintos utensilios para cada uno. Además, coloca los alimentos en diferentes recipientes para evitar que se mezclen jugos y líquidos con el resto de ingredientes.

 

Según la OMS, cuyo lema en 2015 fue ‘Comer seguro’, millones de personas enferman cada año por culpa de alimentos insalubres. Con estos sencillos trucos y cuidados es fácil evitar enfermedades y decir adiós a muchos parásitos, virus y bacterias. Si ya te lo decimos nosotros: en la cocina, comida sana y divina.