LA PLAZA

Endivia sana cada mañana

Un alimento que nació por casualidad y que hoy forma parte de muchas recetas de ensalada. Nos comemos la endivia hoja a hoja y averiguamos todos sus secretos.

Cuentan que los egipcios ya tuvieron el enorme placer de comer endivias o endibias. Son muchos los que sitúan el origen de esta hortaliza en el Mediterráneo. No les falta razón, ya que procede de la achicoria. No fue hasta el siglo XIX cuando se descubrió por pura casualidad. El encargado de tal hallazgo fue Jeff Lambrecht, un agricultor de Evere, localidad cercana a Bruselas. Por aquel entonces, Jeff descubrió unas raíces de achicoria cubiertas de tierra. Estas daban lugar a unos tallos blanquecinos de gran sabor. El agricultor comenzó a cultivarlas y, poco tiempo después, un botánico llamado Crézier mejoró su forma de cultivo hasta conseguir las endivias que conocemos en la actualidad. Curioso, ¿verdad?

 

Dejémonos de historias. ¿Qué tal si repasamos las propiedades de esta hortaliza?

 

Como bien sabrás, la endivia tiene un característico sabor amargo. Este sabor le otorga propiedades antiinflamatorias cuando se consume en crudo. Si padeces de artritis, no estaría de más que tomarás de vez en cuando un buen plato de endivias. Además, si eres diabético estás de suerte. Es un alimento que regula los niveles de azúcar en sangre. Por si esto fuese poco, disminuye los niveles de colesterol malo y aumenta los del bueno. No nos olvidamos de la fibra. Su alto contenido en fibra hace que sea un gran remedio contra el estreñimiento. Fantástico, ¿no? Se recomienda especialmente su consumo en otoño, cuando llegan los resfriados, ya que también mejora el sistema inmunitario y aumenta las defensas de tu organismo.

 

Nada mejor que ver las propiedades de este alimento que comiéndonoslo. Así que vamos a ello. Son muy típicas las endivias con nueces y queso azul. Dan mucho juego en la decoración de muchas ensaladas, presentándolas en barquitos con las hojas de la endivia, por ejemplo. Pero te proponemos darle otro punto a esta hortaliza. Apunta esta receta, seguro que la haces en más de una ocasión.

 

Endivias gratinadas

 

Vamos a preparar unas endivias gratinadas. Suenan bien, saben mejor. El éxito del plato reside en conseguir unas endivias de buena calidad. Cuando vayas a comprarlas a La Plaza de DIA, recuerda elegir piezas con hojas brillantes y muy firmes, sin manchas. Una receta muy sencilla con la que vas a triunfar con cualquier invitado que se te ponga por delante. Para su preparación necesitas seis endivias, seis cucharadas de queso rallado, seis lonchas de jamón cocido, unos 200 mililitros de nata líquida espesa y un poco de sal y pimienta. ¡Comenzamos!

 

Deja listas las endivias con un buen lavado bajo un chorro de agua. Recuerda que no debes sumergirlas, ya que corres el riesgo de aumentar su sabor amargo. Bien limpias, córtalas a lo largo por la mitad. Debes dejarlas tiernas. Aquí te proponemos varias opciones. La más rápida es ponerlas en un platito con un poco de agua y sal unos seis minutos al microondas o en una vaporera al fuego. Si eres de los tradicionales, agua y sal en una cazuela tapadita y listo. Cuando estén cocidas y tiernas, sécalas bien y envuelve cada mitad con una loncha de jamón. Colócalas en una bandeja de horno espolvoreando todo con el queso rallado y bañando en la nata. Salpimienta a tu gusto y gratina al horno hasta que el queso se dore. Sirve bien caliente. ¡Riquísimo!

 

La endivia el hambre te alivia. Con esta receta que te hemos dado, más aún. Además, has comprobado que es muy beneficiosa para tu organismo, ¿no? Le estamos más que agradecidos al campesino belga que las descubrió por error. ¿Cómo las vas a preparar hoy?