LA PLAZA

En temporada otoñal, caqui o palosanto

Una de las mejores fuentes naturales de antioxidantes: el caqui. Fruta tropical de temporada otoñal.

China o Japón. ¿Quién tiene el honor de ser la patria originaria del caqui? Una duda que posiblemente no se resuelva, ya que ambos países pugnan por tener el caquilero de mayor antigüedad. De lo que no hay dudas es de su origen asiático, cuando su deliciosa fruta, el caqui, comenzó a cultivarse en el siglo VIII. Mucho tiempo después embarcó hacia América en la época del Nuevo Mundo. Finalmente llegó a Europa allá por el siglo XIX, concretamente a España, Francia e Italia.

 

Como es lógico, Japón y China son sus máximos productores a nivel mundial. No obstante, le siguen la pista Estados Unidos, Brasil, Italia y, por supuesto, España. En territorio español goza de popularidad el caqui cultivado en tierras valencianas. Allí existe incluso una denominación de origen, Kaki Ribera del Júcar. También son cotizados los ejemplares producidos en Andalucía.

 

En el mercado existen tres variedades de caqui. Fruta que también se conoce por el nombre de kaki, mancaqui o palosanto. Una variedad se distingue de otra por su sabor y tamaño.

 

  • Caqui de Japón. Se cultiva en Japón e Italia. Una variedad muy similar a la china. Son difíciles de diferenciar.
  • Caqui de China. Es posiblemente la más cultivada y popular. Su sabor como fruta fresca es irresistible, aunque también puedes animarte a degustarla cocinada. Su tamaño va entre los tres y los nueve centímetros de diámetro y su peso oscila entre los 80 y los 250 gramos. Adquiere una tonalidad anaranjada o amarillenta. Su pulpa es blanquecina, de sabor dulzón.
  • Caqui de Virginia. Es el menos conocido de todos los tipos de caqui. Su cultivo es poco frecuente, ya que se recolecta de árboles silvestres. De tamaño menor a la versión china, presenta también un color naranja o amarillo.

 

A su vez, estas variedades pueden ser astringentes y no astringentes. Los caquis también se clasifican según la dureza de la pulpa. Están los de pulpa blanda, que se suelen comer con cuchara, y los de pulpa dura, que se pelan con facilidad y se consumen con tenedor y cuchillo.

 

Dicho esto, solo te falta acudir a La Plaza de DIA y elegir las mejores piezas. Para ello, tienes que seguir unos consejos básicos. No elijas los caquis de color verdoso, aunque si son los únicos que encuentras, puedes dejarlos a temperatura ambiente hasta que maduren. Hay algunos trucos para conseguir que maduren antes. El más tradicional es meter el caqui en una bolsa de papel junto a una manzana o a un plátano. La fruta no debe presentar bultos y ha de estar completa, con casquete y tallo. También puedes optar por congelarla, aunque conviene añadirle zumo de limón para que mantenga su color.

 

¿Te han entrado ganas de comer caquis? Pues espérate a leer sus propiedades.

 

El caqui es un alimento muy saludable. Hay quien dice que es mano de santo, aunque su nombre, palosanto, no viene de ahí. Tiene este apodo porque su maduración alcanza su mejor punto en noviembre, por la festividad de todos los santos. La principal propiedad que tiene es su poder antioxidante. Gracias a esto, es eficaz para luchar contra enfermedades degenerativas. ¡La fruta de la juventud! No solo te mantiene joven durante más tiempo, también te hace estar sano. Claro, el caqui mejora tu sistema inmunológico y aporta muchas vitaminas esenciales para tu desarrollo diario.

 

Un caqui al día, del médico te alejaría. Hagamos caso una vez mas a nuestra tía Francisquita y sus refranes, que de otra cosa no, pero de eso entiende un rato.