LA PLAZA

En primavera, la ensalada te espera

Menús para la primavera, una estación en la que el cuerpo debe acostumbrarse al alargamiento de los días y al cambio de las temperaturas.

Por todos es conocido el dicho de que la primavera la sangre altera. Pero no, no es la sangre lo único que es capaz de alterar la primavera. También altera nuestros días y, por lo tanto, nuestra alimentación. Platos con mucho verde y cenas más ligeras para la estación más florida del año.

 

Muchas personas sienten cansancio ante la llegada de la primavera. Es normal, ten en cuenta que tu cuerpo debe adaptarse a que los días sean más largos –con más horas de sol– y a unos cambios bruscos de temperatura. Por ello, es necesario que adaptes tu dieta a tu nuevo día a día. Siempre recomendamos comer productos frescos y de temporada –los mejores los tienes en La Plaza de DIA– a pesar de que puedas encontrar gran parte de ellos durante todo el año. El motivo es que conservan mejor sus propiedades y es cuando tienen mejor aspecto y mejor sabor. Además, la primavera es la temporada perfecta para multitud de frutas y verduras deliciosas.

 

Tu cuerpo necesitará más vitaminas y conviene comenzar el día con un desayuno fuerte.

 

Por ejemplo, puedes acompañar tu pan o cereales con un poco de fruta. ¿Qué tal unas fresas? Para la hora del almuerzo, nada mejor que una rica ensalada. Las cenas, mejor si las haces tempranito –al menos dos horas antes de coger el sueño– y muy ligeras –necesitas menos calorías que en invierno–. ¡No te olvides de beber mucha agua!

 

La primavera es la época del puerro, la lechuga, la cebolla, la zanahoria, el pepino, los espárragos o el calabacín. Frutas como el aguacate, las fresas, las cerezas, albaricoques, nectarinas, melocotones y plátanos serán las mejores. Multitud de sabores y colores para una dieta rica y sana.

 

Receta ensalada de primavera

 

No nos digas que no te han entrado ganas de tomarte una deliciosa ensalada. Vamos, apunta ingredientes y ponte manos a la obra con esta ensalada de lo más primaveral.

 

Coge unos 100 gramos de lechugas –mejor si mezclas–, media cebolla morada, un manojo de espárragos trigueros frescos, unas pocas aceitunas negras o verdes, huevo duro, un botecito de maíz dulce, un tomate pera muy rojito, atún en conserva, aceite de oliva virgen extra, vinagre de jerez, sal y pimienta, ajo en polvo y, finalmente, una pizca de pimentón dulce.

 

Lava y seca todas las verduras. Corta la cebolla y los tomates. Las cebollas en rodajitas finas y los tomatitos en cuartos. Cuece los espárragos verdes en un poco de agua, pero solo un minutito, queremos que se nos queden al dente. Seca los espárragos y pártelos en trocitos. Ya tienes todos los ingredientes preparados. Coge ahora una fuente y coloca en primer lugar las lechugas, encima pon los tomates, el maíz, los espárragos, la cebolla, el atún –bien desmenuzado– y termina con el huevo duro en lo más alto, partido en cuatro trozos.

 

Ahora viene lo mejor, el aliño. Prepara una vinagreta con tres partes de aceite y una de vinagre. Añade sal, pimienta y la punta de pimentón. Mezcla bien y sirve sobre la ensalada. ¡Se nos hace la boca agua! Es una receta muy sencilla y que se adapta a más ingredientes. Por ejemplo, puedes cambiar los espárragos por judías verdes. También acepta pimiento rojo o verde en tiras, alcaparras y láminas de calabacín o champiñones.

 

Prepara la ensaladera, que llega la primavera. ¡Verde, qué te quiero, verde!