El único fruto del amor: la banana

Las bananas provienen de Asia y aunque muchos piensen que nacen de un árbol, en realidad lo hacen de una planta gigante. Malasia, Indonesia y Filipinas compiten por ser el lugar de origen de esta fruta, que los árabes se encargaron de llevar a África. Precisamente toma su nombre de un vocablo árabe que significa “dedo”. Tiempo después, los misioneros portugueses trasladaron su cultivo a Canarias –donde nació la famosa variedad del plátano de Canarias– y a Santo Domingo, desde donde se extendería al resto del Caribe y América. En esta entrada te vamos a contar lo que les hace diferentes de los plátanos y cuáles son sus maravillosas propiedades para el organismo. ¡Toma nota!

 

Banana parece, plátano no es

 

Aunque a simple vista parezcan la misma fruta, lo cierto es que la banana y el plátano son bien diferentes. Estéticamente se asemejan mucho. Fruto alargado, de color verde o amarillo en el exterior y blanquecino en el interior. Vamos a salir de dudas entonces:

 

1. Los plátanos son más pequeños, con forma curva y tienen un color amarillento con motitas negras.
2. Las bananas tienen un color uniforme y su tamaño es grueso y alargado.
3. Los plátanos contienen más humedad que las bananas. Esto los hace más jugosos.
4. Las bananas tienen una mayor cantidad de carbohidratos. Su textura es más pastosa en boca.
5. Los plátanos se consumen en crudo como fruta dulce. Por el contrario, las bananas se suelen utilizar para cocinar.

 

Propiedades de las bananas

 

Una vez que hemos establecido algunas diferencias con los plátanos, vamos también con la parte nutricional de las bananas. Así podremos saber qué estamos comiendo y cómo nos ayuda a mejorar nuestra salud. Lo primero que hay que hacer es desterrar la idea de que las bananas son malas por su alto contenido en calorías. Sí que es cierto que están consideradas como las segundas frutas más calóricas, tras los aguacates. Sin embargo, 100 gramos de bananas contienen solo 90 kilocalorías. Es decir, en las proporciones adecuadas no solo no alteran tu dieta, es que son sumamente beneficiosas.

 

• Fuente de energía. Las bananas proporcionan energía vegetal al cuerpo gracias a sus diferentes azúcares y minerales. Muy recomendable para la nutrición de los niños.
• Diuréticas. Tienen un efecto diurético y remineralizante. Eliminan los excesos de líquidos de tu organismo.
• Presión arterial regulada. La cantidad de potasio que proporcionan las bananas hace que se regule la presión arterial. Sobre todo cuando consumimos mucho sodio.
• Antidepresivas. El triptófano es un aminoácido esencial que contienen las bananas y que cuando entra en nuestro cuerpo se convierte en serotonina, la conocida como hormona de la felicidad.
• Cabello fuerte. Las bananas tienen mucho zinc, que no solo fortalece tu cabello, también previene su caída.
• Adiós colesterol. También contienen pectina, en mayor proporción que las manzanas. Esta, junto con la fibra, hace que reduzcamos los niveles de colesterol malo.

 

No sabemos si es cierto eso de que el único fruto del amor es la banana. Lo que sí sabemos es que nosotros nos hemos enamorado de esta fruta. Deliciosa y muy versátil en tu cocina. En crudo, frita o al horno. ¡Qué rica!