LA PLAZA

El secreto está en la pasta

¿Cuándo se le echa la sal al agua donde se cuece la pasta? ¿Se le debe echar un chorrito de aceite? Todos los trucos para que seas un experto cocinando pasta.

No es lo mismo un macarrón que un espagueti. Tampoco un tortellini que un tagliatelle. Sin embargo, todos tienen algo en común: hablamos de pasta italiana. ¿Sabías que los españoles consumen de media casi cinco kilogramos de pasta al año? Vale, aún andan lejos de los italianos –28 kilos por persona al año–, pero son de los grandes consumidores de este producto en el mundo. Profundizamos en la tradicional comida italiana más allá de la pizza. Te enseñamos a cocer la pasta como un auténtico italiano y te desmontamos algún que otro mito. ¿Te vienes?

 

Hay que ser muy osado para invitar a comer a casa a un italiano y ofrecerle un buen plato de pasta. Pero bueno, si eres de los que no se arrugan y llevan la valentía por bandera, vamos a enseñarte las claves para la cocción de la pasta. Toma papel y lápiz y apunta estos consejitos.

 

  • El recipiente. La cazuela donde cuezas la pasta debe ser grande. No importa que sea demasiado grande, así tendrás menos opciones de que se pegue.
  • El agua. La cantidad de agua a cocer debe ser de un litro por cada 100 gramos de pasta o más. La pasta tiene que moverse con facilidad dentro del recipiente. Nada de echarle aceite. Si lo haces, estarás aplicando una leve película sobre la pasta y esta no cogerá bien el sabor de la salsa. Puedes optar aderezar el agua con alguna hierba aromática.
  • La sal. Basta con añadir unos diez gramos o un pelín más por cada litro de agua que eches a la cazuela. Se añade cuando el agua va a romper en ebullición, no antes.
  • El momento de la pasta. La pasta se debe introducir en la cazuela cuando el agua esté hirviendo. Hay que hacerlo poco a poco para evitar cortar la cocción.
  • Tiempos. Debes fiarte del tiempo de cocción indicado por el fabricante. La pasta fresca tarda mucho menos, unos tres o cuatro minutos, aunque hay algunas que incluso solo necesitan 30 segundos. Al sacarla, puedes utilizar un escurridor. No la laves con agua o perderá sus nutrientes.
  • La salsa. Unos dos minutos antes de que termine la cocción de la pasta, pon a calentar la salsa elegida.

 

Bien, ya te has hecho una idea aproximada de cómo hacer la pasta. Ahora vamos a hablar de la calidad del producto.

 

Por mucho que te esmeres, si la pasta que has cocinado no es buena, te costará trabajo hacer un buen plato. Si la pasta es de mucha calidad, su sabor hará un plato sobresaliente sin necesidad de aderezos. No hace falta que la que compres provenga de Gragnano, una ciudad del sur de Italia que muchos conocen como la cuna de la pasta. El tipo y origen del trigo, el proceso de amasado, su molde e incluso su secado hacen que el producto sea de mayor o menor calidad.

 

Vamos con algunos mitos y verdades sobre la pasta.

 

Seguro que alguna vez has escuchado eso de que los italianos no cortan los espaguetis. Esto es absolutamente cierto. No se parten ni al cocerlos ni cuando ya están hechos. Se enrollan en el sentido de las agujas del reloj y se pueden tanto chupar como partir con los dientes. Tampoco está bien visto comer la pasta cocida del día anterior. ¡Pecado! Otra cosa que se suele hacer es dejar la pasta nadando en salsa. Como hemos dicho anteriormente, si la pasta es buena, aderezos le sobran. Tiene que tener su justa medida. Además, los italianos usan una salsa para cada tipo de pasta. Así, por ejemplo, las que llevan atún nunca van con pastas cortas. La pasta y el pollo no son buenos amigos. Y ojo, la carbonara no llena nata y tampoco beicon. Lleva algo parecido, guanciale. Sí, es posible que con esto te hayamos dejado muerto.

 

Bueno, seguro que tras leer estas líneas al menos habrás cogido valor para enfrentarte a un italiano en la cocina. Come il cacio sui maccheroni, o lo que es lo mismo, como el queso en macarrones. Una expresión italiana que te indica que algo o alguien ha llegado en el momento justo. Ha llegado tu momento, ¡a cocinar!