Del trópico a tu mesa

¿Sabías que el 80 por ciento de la producción mundial de chirimoyas se cultiva en España? La mayoría de estas frutas las puedes encontrar en tu propio país y solo cuando están fuera de temporada se recurre a la importación desde zonas tropicales.

 

¿Qué pasa en el trópico para que exista este tipo de frutas todo el año? El clima tropical es suave, ya que no se diferencian cuatro estaciones como en España. Hay una temporada húmeda y otra seca. La temperatura ronda los 20 grados aproximadamente todos los meses y la tierra está más que preparada para ser cultivada.

 

Tipos

 

Existen muchos tipos de frutas tropicales. Algunas tan comunes como la piña, el caqui, el mango o el kiwi. Sin embargo, es posible que no conozcas muchas otras. La naranjilla no es una naranja pequeñita. Su piel es de color naranja, pero su jugo es verdoso. Está extremadamente ácida. La guayaba es de color blanco y su interior amarillo. Tiene mucha vitamina C y su olor es maravilloso. El aguajo tiene su origen en el Amazonas. Su piel está formada por escamas de color rojizo y su interior es anaranjado. Los indígenas la llaman “la fruta de la vida” y es un símbolo de la inmortalidad. Curioso, ¿verdad?

 

Propiedades

 

Las frutas tropicales son muy coloridas. Eso significa que tienen muchos antioxidantes, que mantendrán a tus células bien sanas. Por ejemplo, al aguacate se le conoce como la fruta de la juventud, ya que evita el envejecimiento celular. Son muy ricas en vitaminas y minerales, y ya sabemos que esas cosas siempre son buenas para el cuerpo. Además, estimulan la buena digestión, evitando la aparición de gases. También te ayudan a disminuir el colesterol ‘malo’. Por si todo esto fuese poco, son muy recomendadas en dietas para adelgazar, ya que te sacian pero no te aportan muchas calorías.

 

Receta

 

Y para que pruebes en primera persona todas las propiedades que te hemos contado, ¿qué te parece hacer una de nuestras recetas? ¡Vamos con el carpaccio de piña!

 

Sus ingredientes los puedes encontrar en La Plaza de DIA. Solo necesitas una buena pieza de piña, miel, azúcar –preferiblemente moreno–, unos frutitos secos –almendras o avellanas picadas– y un puñado de menta que esté fresca. También vale la hierbabuena.

 

El proceso de elaboración es muy sencillo. En primer lugar tienes que limpiar la piña. Para ello solo debes eliminar su dura corteza. Luego consigue un cuchillo bien afilado y córtala en finas láminas, mejor cuanto más finas estén cortadas. Como truco, es mejor que no le quites la parte central a la rodaja, así te quedará más consistente. Coloca los medallones en una bandejita y esparce por encima un picado de frutos secos y azúcar moreno. Solo te falta picar la menta y echársela, y un chorrito de miel. Que no se te olvide, debe comerse fría. Pruébala, ¡deliciosa!

 

Las frutas del trópico son todo un abanico de sabor y color. No te pegues una piña. Mejor, ¡cómetela!