¡Cómo me gustan tus ojos saltones!

Dentro de tu dieta no puede faltar el pescado. Es un alimento esencial en la comida mediterránea, ya que aporta proteínas de alto valor biológico y aminoácidos muy beneficiosos para tu salud. También tienen un contenido elevado de ácidos grasos, como el omega-3, importantes para el sistema cardiovascular. Que la sangre corra contenta por ahí dentro, vamos.

 

Según los expertos, se deben comer entre tres y cuatro raciones de pescado semanales, o lo que es lo mismo, unos 700 gramos. 

 

Seguro que te han entrado ganas de ir a La Plaza de DIA a por unos unas buenas piezas. Espera. Si continúas leyendo sabrás cómo distinguir un pescado fresco de otro que lo es menos. Así estarás preparado para afrontar el reto de hacer una buena compra.

 

Prepara tu vista, tu olfato y tu tacto

 

Son varios los indicativos que pueden mostrarte el frescor del producto.

 

– ¡Mírale a los ojos! Este debe ser tu primer paso. Los ojos del pescado deben sobresalir, ser transparentes y estar coronados por una pupila negra y brillante. Si los ves ligeramente hundidos o con la córnea blanquecina, estás a tiempo de escoger una mejor opción. 

– Ahora párate en las agallas. Los pescados no son especialmente valientes, pero sus agallas deben ser de un color rojo vivo, brillante, no tener mucosidades y mostrar resistencia a abrirse. 

– Fíjate bien en su piel. Tiene que tener un aspecto limpio y un tacto resbaladizo y suave. 

– Las aletas deben mantenerse firmes y es mala señal si se despegan con facilidad de la carne. 

Otro aspecto importante es la cola. Debe estar húmeda y fresca. Evita las que están secas y ligeramente curvadas. 

– Y no olvides su olor. El pescado siempre tiene que oler a algas o a mar. Recela de los que huelen a amoniaco. 

 

Una vez que has reconocido el producto, es conveniente que sigas otras recomendaciones. Siempre es preferible acudir al mercado a primera hora, pues habrá más variedad de pescado y estará más fresco.

 

Eso sí, deja que sea lo último de la lista de tu compra. Así podrá llegar a casa en mejor estado, con un nivel óptimo de temperatura.

 

Además, como recomendamos habitualmente, no dudes en comprar producto de temporada. Te saldrá más económico y estará mucho más bueno. Puede resultar algo aburrido seguir todos estos pasos, pero ten por seguro que ganarás en salud y en calidad alimenticia. Debe ser una rutina que sigas semanalmente.
 
Al pescado dormilón se lo traga el tiburón. Ya sabes, lleva una dieta sana y equilibrada introduciendo el pescado de mejor calidad. Haznos caso, no te hagas el fresco.