LA PLAZA

Cebolleta, buena para cualquier dieta

Hortaliza cultivada desde hace miles de años. Rica, poco calórica y con muchas opciones para mejorar tus recetas más deliciosas.

La cebolleta tiene un pasado casi tan rico como su sabor. Se tiene conocimiento de su uso en tiempos prehistóricos y algunos expertos sitúan su origen en Siberia. En China, lugar donde son muy consumidas, se cultivan desde hace más de dos mil años. Interesante, ¿no? Aunque muchos las confunden con cebollas frescas, lo cierto es que la cebolleta no tiene demasiado que ver con esta. De aspecto parecido al puerro, se consume tierna antes de que florezca.

 

Consumo y consejos de compra

 

Aunque se puede encontrar durante todo el año, su época de mejor consumo es la primavera y los primeros meses del verano. Se arrancan de la tierra cuando están creciendo, justo antes de florecer. De ahí que su periodo de conservación sea corto. En el frigorífico se conservan varios días en el cajoncito de las verduras y mejor si se guardan en una malla, ya que las bolsas de plástico pueden estropearlas por la humedad que contienen. Antes de guardarlas, debes cortar las raíces si las tuvieran. Cuando vayas a La Plaza de DIA a comprarlas, verás que se suelen vender en manojos. Estos deberán ser firmes y de color verde fuerte. Su aroma tiene que ser bueno.

 

Propiedades y beneficios

 

Aproximadamente el 90 por ciento del contenido de las cebolletas es agua. Por eso, su aporte calórico es mínimo, unas 32 kilocalorías por 100 gramos de producto. Aportan fibra, vitaminas del grupo B y tienen muchos minerales y antioxidantes. Consumidas en crudo –el cocinado elimina algunos de sus nutrientes y propiedades– son mucolíticas y broncodilatadoras. También diuréticas y dilatan los vasos sanguíneos para mejorar la circulación. Los flavonoides y compuestos de azufre que contienen son antioxidantes que rejuvenecen tus células. En procesos gripales, las cebolletas calman la tos. Tienen un efecto laxante para evitar problemas de estreñimiento y estimulan la digestión.

 

Cebolletas en la cocina

 

Su sabor –suave y dulce–, así como su textura –jugosa y crujiente–, la hacen ideal para multitud de recetas. Indicadas para darle un punto diferente a ensaladas y sofritos. Muy ricas tanto fritas como salteadas o a la parrilla. También sirven para aromatizar carnes y pescados, y sus tallos se consumen en caldos, sopas y salsas. Las raíces se eliminan, al igual que la primera capa de las cebolletas. La parte verde se reserva. Esta, cruda y picadita, puede sustituir al cebollino como aromatizante. Aunque cuidado, ya que su sabor es mucho más fuerte. Como truco para decorar platos, el tallo puede cortarse en finas tiras –sin llegar hasta el final– e introducirse en agua helada hasta que se rice.

 

Para que le saques todo el partido posible a este maravilloso alimento, te vamos a enseñar a preparar un mojete de  bacalao y cebolleta. Para ello necesitarás 600 gramos de bacalao, cebolleta fresca, aceitunas negras, huevo duro, aceite de oliva virgen extra y unas gotitas de vinagre.

 

Desala el bacalao y ponlo en un bol. Si es en lomos, trocéalo antes. Limpia la cebolleta y pícala bien pequeñita y añádela al bacalao. Turno para el aderezo, con aceite de oliva abundante y un poco de vinagre. Como el bacalao es salado, no será necesario añadir sal, aunque puedes probar por si necesita un poquito. Incorpora las aceitunas y el huevo duro, y conserva el bol en frío un par de horas antes de servir. El bacalao no es necesario cocinarlo, porque se marina con la vinagreta.

 

¿Qué te ha parecido esta receta? Rápida, deliciosa y fresquita.

 

Ideal para los meses estivales y para aprovechar bien ese manojito de cebolletas que se te han antojado tras leer estas líneas. Recuerda, siempre productos frescos y de temporada.