LA PLAZA

Cada bocado, en su momento

Una cosa es hacer la compra y otra, comprar bien. Hay tanta variedad que muchas veces no sabes cómo elegir correctamente. No te preocupes. Después de leer esto, ir al mercado será para ti pan comido. Aquí tienes un puñado de ejemplos para saber seleccionar los productos frescos y de temporada.

¿Sabías que los mejores meses para comer marisco son aquellos que tienen ‘erre’? ¿Que el pulpo sabe mejor en septiembre, octubre y enero? Hoy en día, gracias a los cultivos modernos, es habitual encontrar en los supermercados productos fuera de temporada. Sin embargo, son numerosas las ventajas de consumir cada cosa en su tiempo.

La naturaleza es sabia

Y es que comer los alimentos en su mejor fecha de consumo es una idea sana, rica y muy económica. En su temporada, los productos se cultivan en unas condiciones idóneas. La naturaleza es sabia y ofrece lo mejor que tiene. Es una buena manera de que conserven intactas sus propiedades y de que tú, como consumidor, disfrutes de unos sabores, olores y texturas excelentes. Pero hay más.

Elegir alimentos de temporada es la mejor forma de que ahorres en tu cesta de la compra.

Claro, estos productos llegan con fuerza a las tiendas y, al aumentar la oferta, el precio disminuye. Además, se favorece al medio ambiente –al ser productos consechados sin aditivos ni pesticidas– y a los cultivos tradicionales y locales.

 

Existen numerosos calendarios de productos de temporada. Aprende cada mes qué debes comprar y comer. Por ejemplo, durante los meses de verano es ideal degustar higos, frambuesas, sandías, melones y ciruelas. Es tiempo de suculentos pescados como el bonito, el cazón y las sardinas. Y para los más exóticos, nada mejor que la langosta rosa, los bueyes de mar y los siempre irresistibles calamares.

¿Comer sano, variado, económico y ayudando al medio ambiente? Come y bebe, que la vida es breve.

Y no te olvides, ¡siempre de temporada!