LA PLAZA

Buena dieta para una mente sana

Dicen que mente sana entra en cuerpo sano y para ello nada mejor que una alimentación equilibrada y con productos que potencien nuestro bienestar.

Según la Organización Mundial de la Salud, en España el 5,2 por ciento de la población sufre de depresión. Es decir, más de dos millones de españoles. Aunque no es muy habitual hablar de ello, la nutrición puede ayudarnos a mejorar el estado de nuestra mente. Está comprobado que tener buenos hábitos alimenticios ayuda a sentirnos más optimistas.

 

Por ejemplo, las verduras, la fruta, la fibra, la carne magra y los lácteos desnatados mejoran tanto nuestra salud física como mental. Eso asegura Felice N. Jacka, autor de un estudio sobre la alimentación y los estados de ánimo para la Universidad de Melbourne.

 

Con una dieta equilibrada rebajamos un treinta por ciento la posibilidad de sufrir trastornos anímicos como la depresión o la ansiedad.

 

El cerebro y la alimentación

 

Uno de los órganos más poderosos de nuestro cuerpo es el cerebro. Su importancia es tal que supera al aparato digestivo como vínculo entre los alimentos y nuestro organismo. No olvides que es el cerebro el que controla el deseo de comer y el impacto que los productos pueden tener en el cuerpo. Por lo tanto, si consumimos nutrientes que favorezcan la conexión neuronal, la memoria y la concentración, tendremos un cerebro más sano y un mejor estado de ánimo.

 

¿Qué tipo de alimentos debemos consumir para que nuestro cerebro esté en plena forma? Los frutos secos nos aportan ácidos grasos omega-3 y Selenio, que son antioxidantes y favorecen la circulación de la sangre y la llegada de oxígeno al cerebro. Los ácidos grasos mejoran el funcionamiento de las neuronas. Lo mismo ocurre con pescados como el atún, el salmón o las sardinas, que además aportan proteínas de alta calidad. Estas sirven para que se produzcan neurotransmisores y facilitar así el flujo de información. Los hidratos de carbono presentes en cereales integrales son fantásticos. Es la energía que el cerebro necesita.

 

Otros productos como el té y el chocolate nos mantienen alerta y mejoran la memoria y la concentración. Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes para tener en buen estado las células. Además, los flavonoides reducen el riesgo de ataques cerebrales. Y no nos olvidamos del aceite de oliva, un alimento fundamental para el cerebro gracias a sus dosis de vitamina E, que engrasa bien este órgano.

 

La dieta mediterránea como fuente de felicidad

 

Está demostrado que en tan solo diez días la dieta mediterránea es capaz de mejorar nuestro estado anímico. Sobre todo la sensación de felicidad. Por el contrario, una dieta basada en fritos, alcohol e hidratos de carbono refinados producen mayores niveles de ansiedad y depresión.

 

Es fundamental evitar canalizar las emociones a través de la comida. Es habitual que cuando estamos bajos de ánimo acudamos a la comida como elemento sanador de nuestros males. Debemos siempre ingerir alimentos de forma equilibrada y en las cantidades adecuadas.

 

La vitamina B6 presente en patatas, alubias secas, carne de pollo e hígado, por ejemplo, favorece el equilibrio del sistema nervioso. La yema de huevo, las semillas, algunas legumbres y la levadura de cerveza, además de algunas frutas y el chocolate negro, aportan triptófano, que fomenta la creación de serotonina, la conocida hormona de la felicidad.

 

Volviendo a citar una frase de los poemas sátiros de Juvenal, “mente sana en cuerpo sano”. Ya lo sabes, una buena alimentación nos pone guapos por fuera y sanos por dentro. ¡Come con alegría!