LA PLAZA

Aromatizar aceites, rico y divertido

Pieles de cítricos, semillas, hierbas, prácticamente todo vale para darle un toque de color, aroma y sabor a tus aceites. Notarás la diferencia.

¿Cansado de aliñar las ensaladas siempre de la misma forma? ¿Aburrido del sabor de tus tostadas? ¡Eso se acabó! De una manera rápida, sencilla y muy económica vamos a contarte algunos trucos y consejos para darle un toque diferente a tus recetas. A partir de ahora verás con otros ojos los botes de conserva. No los tires, que te van a hacer falta para convertir tu cocina en un laboratorio de sabores. Aprenderás o recordarás cómo aromatizar tus aceites. Diversas técnicas y variedad de resultados.

 

Explota tu creatividad y da rienda suelta al chef que llevas dentro.

 

Además de algo práctico es muy divertido. Para empezar, necesitarás un litro de aceite de oliva virgen. ¿Cuál? Gran pregunta, en la variedad está el gusto. Pero te recomendamos uno suavecito, para que capte todo el sabor de los condimentos que le añadas. Recuerda que un aceite fuerte es sinónimo de éxito en tu cocina, pero queremos darle una vuelta de tuerca. ¡Suavecito! Además, consigue tarros pequeños de conservas. Sí, esos de cristal que guardas como oro en paño. Es el momento de darles uso. También tienes que contar con un colador de malla fina, o con un pañito. Y claro, no se nos olvida: los ingredientes para aromatizar. Pero no corramos tanto, vamos a ver antes las diferentes formas que tenemos para aromatizar aceites.

 

Técnicas para aromatizar aceites

 

Básicamente hay tres técnicas comunes. ¿Alguna mejor que otra? En absoluto, puedes hacerlo de forma reposada, buscar una más rápida si necesitas tener resultados pronto o apostar por otras que aporten mayor textura y color.

 

  • El condimento en el tarro. Es la manera más tradicional. Sin dudas. Eliges el aceite a aromatizar y el condimento que le vas echar. Llena el tarrito con aceite e incorpora en su interior lo que le dará aroma. Tapa bien y deja que repose durante al menos dos semanas en un lugar oscuro, seco y fresco. Conviene ir removiendo de vez en cuando para que el aroma quede bien impregnado. Puedes colar si fuese necesario con el colador o haciendo pasar el aceite a través de un paño fino.
  • Infusionar. La técnica más rápida. Te sacará de un apuro si quieres sorprender a tus invitados en una cena o almuerzo. Consiste en calentar el aceite elegido al fuego con una temperatura suave. Unos cuarenta o cincuenta grados centígrados es lo ideal. No dejes que hierva, que humee o que le salgan burbujas. Retíralo del fuego y añade el aromatizante dejándolo reposar en su interior como si fuese una infusión. Cuando enfríe, basta con retirar el condimento y colar el aceite si fuese necesario.
  • Triturar. Proceso más trabajoso, pero con excelentes resultados. Solo tienes que triturar el aromatizante junto al aceite. Hacer una pasta y colarla. Le darás al aceite aroma, sabor y, sobre todo, color. Claro, fantástico para decorar tus platos favoritos. Esta técnica se utiliza muchas veces con hierbas frescas.

 

No todo el monte es orégano, que dicen algunos. Por norma general, estas técnicas hacen que la vida del aceite se acorte. De los tres métodos explicados con anterioridad, el primero es el más duradero. El que menos dura es el último, que te mantiene el aceite en buen estado durante no más de una semana. Intenta usar siempre botes de vidrio, ya que el plástico puede conferirle sabor. Si te ha salido demasiado intenso, basta con añadir un poco más de aceite suave.

 

¿Qué ingredientes usar? Siempre se ha dicho que las hierbas que crecen junto a los olivos son las mejores. Por ejemplo, el tomillo y el romero son todo un clásico para platos de carne. En las pastas triunfan el ajo y la guindilla, y para estofados pegan el comino, el clavo o el laurel. También puedes innovar con cítricos, canela o vainilla. Y un último truco: si usas hierbas verdes, como perejil o albahaca, escáldalas antes para fijar el color verde intenso.

 

¿Preparado? Ponte el delantal o la bata de laboratorio y empieza a mezclar ingredientes. Este mundo apetece y, desde luego, los aceites siempre serán diferentes.