LA PLAZA

Almejas, fantásticas y nutritivas

Habitan aguas saladas y viven enterradas en el mar. ¿Lo has adivinado? Claro, las almejas. Te contamos curiosidades y propiedades de estos maravillosos moluscos.

Ni cerebro ni ojos, pero sí tienen corazón. Hablamos de las ricas y jugosas almejitas. ¿Sabías que en la cultura india las conchas de las almejas eran utilizadas como moneda? ¿O que el animal más longevo del mundo fue una almeja que vivió 400 años?

 

Se trata de uno de los animales más antiguos del planeta y te queremos contar todas sus curiosidades, además de hablar de los motivos que hacen de estos moluscos un beneficio para nuestro organismo.

 

Propiedades de las almejas

 

Este molusco es muy nutritivo y bajo en calorías y grasas. Ya sabes, si estás a dieta puedes comer almejas sin problemas. Eso sí, contienen mucho potasio, por lo que si eres de las personas que deben controlar el consumo de sales minerales, ve con precaución. Tienen muchas vitaminas, especialmente del grupo B –como la B12– y proteínas de alto valor biológico. Además, está considerado como un alimento excepcional para las personas que tienen anemia. Se aconseja tomar almejas a las mujeres en periodo de menstruación.

 

¿Sabías que 100 gramos de este molusco te aportan la cantidad de hierro que recomiendan los expertos por día?

 

Comprando almejas

 

Vas a tu pescadero de confianza y tienes que elegir qué comprar. Está claro, toca llevarnos a casa unas almejitas. La mayoría de las que se comercializan proceden de vivero o criadero y se presentan vivas. Deben tener las valvas cerradas y en el caso de que las tengan abiertas, que se cierren rápidamente cuando se tocan. Es posible que las veas en conserva o incluso congeladas, aunque siempre recomendamos los productos frescos.

 

De todas las variedades, la almeja fina es la más cotizada. Su sabor es extraordinario. Para comprarlas frescas, las almejas deben tener un aspecto que denote su frescura. Por ejemplo, el color y el olor. Como es lógico, nunca pueden tener un aspecto desagradable o un mal aroma. Presentan un líquido entre las valvas, que tiene que ser de color clarito y con olor marino. Tienes que rechazar las que presenten conchas rotas o muy abiertas. No obstante, si al llegar a casa tienes dudas, basta con ponerlas en un recipiente con agua fría y retirar las que floten. El resto las puedes comer sin problemas.

 

 

Almejas con gambas y azafrán

 

¿Sabes cuál es la mejor manera de comprobar los beneficios y propiedades de las almejas? Claro que sí. ¡Comiéndotelas! Pues eso es lo que vas a hacer cuando prepares esta receta: almejas con gambitas y azafrán.

 

Para elaborar la receta debes tener los siguientes ingredientes. Toma nota. Media cebolla, doscientos gramos de gambas grandecitas, una cucharada pequeña de harina, un par de dientes de ajo, seis hebras de azafrán –o media cucharadita de azafrán en polvo–, una copa de vino blanco seco –va genial un Jerez–, aceite de oliva virgen, sal, perejil, una hoja de laurel, una guindilla y lo más importante, quinientos gramos de almejas de carril.

 

Empezamos. Lo primero es dejar las almejas en agua con sal y vinagre, así se limpian y sueltan posibles restos de arena. Con media horita es suficiente. Pon en un mortero el azafrán con un poco de sal y machaca bien. Ahora pica la cebolla y el ajo y rehógalos en una cazuela con la hoja de laurel sobre un fondito de aceite de oliva. ¿Bien? Añade la harina cuando veas que la cebolla se pone transparente e incorpora las almejas y las gambas. Justo después pon el vino y sube el fuego para que se evapore el alcohol. Pon también el azafrán y da vueltas a la cazuela en vaivén hasta que veas que se abren las almejas. La salsa tiene que estar ligada. Ya puedes retirar del fuego. Sirve calentito con un poco de perejil espolvoreado por encima. ¡Qué delicia!

 

Enriquecen el sabor de casi cualquier plato. Con legumbres, pasta, arroz, pescados o incluso carnes. ¡Pegan con todo! De las almejas nadie se queja.