LA PLAZA

Al jurel hay que serle fiel

Desde el Pacífico hasta el Atlántico, pasando por el mar Negro o el Mediterráneo. Descubrimos al jurel, uno de los pescados azules de mayor calidad.

Entre la primavera y el otoño, las pescaderías se llenan de un delicioso pescado azul, el jurel. Considerado en la antigüedad como un alimento de gente sin demasiados recursos, ya no lo es. Ni mucho menos. Es una especie muy conocida en España y cuya manipulación puede ser algo delicada debido a un pequeño aguijón que tiene en su aleta dorsal. Pero merece la pena por su sabor.

 

A la plancha, a la parrilla, en adobo o en guisos. ¡De todas las maneras está bueno!

 

Son varias las especies que se consumen como jurel, aunque aquí vamos a destacar las tres principales:

 

  • Jurel común. De cuerpo azul verdoso, es codiciado por la calidad de su carne. Se acerca a la costa en verano para reproducirse y habita en las profundidades en el otoño y el invierno.
  • Jurel blanco. Es propio de las aguas del mar Mediterráneo. De sabor exquisito, es la variedad que más se consume junto al jurel común.
  • Jurel negro. Conocido también como chicharro o pintado. Es más largo que los anteriores y tiene un característico tono azulado.

 

Beneficios del jurel

 

Siendo un pescado azul, al igual que la caballa o el atún, la carne del jurel es muy rica en ácidos grasos omega-3. Ya sabes que este tipo de ácidos grasos son especialmente buenos para reducir el colesterol malo y los triglicéridos. Pero, además, también tiene otras propiedades muy interesantes. Contiene mucho yodo, esencial para regular el metabolismo y mantener el correcto funcionamiento del sistema celular. Y posee vitaminas fantásticas como la B6, que previene de enfermedades del corazón y se recomienda en casos de asma, depresión y diabetes, o la D, para fortalecer piel y músculos.

 

Receta: Escabeche de jurel

 

Para comprobar sus excelentes propiedades, ¿qué tal si nos pringamos las manos y hacemos una buena receta? Algo sencillito y con mucho sabor, un escabeche de jurel. ¡Delicioso!

 

Si sois cuatro en casa, vas a necesitar un kilo de jurel en lomitos, una cebolla, cinco dientes de ajo, medio vaso de vino blanco –mejor si es seco–, medio vaso de vinagre de vino blanco y un vaso de aceite de oliva. También pimentón, harina, un par de hojas de laurel tostado, una zanahoria grande, un clavo de olor, tomillo, sal y pimienta al gusto. ¿Preparado?

 

Lo primero de todo es tener los lomitos de jurel bien limpios de espinas. Luego los pasamos por harina y huevo batido para freírlos levemente –un par de minutos por cada lado– en aceite. Reservamos en una bandejita y vamos al siguiente paso. Ponemos a freír la cebolla, los ajos y la zanahoria –previamente troceada– junto a las hojitas de laurel, la pimienta en grano y las hierbas aromáticas. Si no tienes tomillo, puedes optar por orégano. Añade una pizca de pimentón, la sal, el vino y el vinagre. Deja que hierva bien y retira cuando quede evaporado el alcohol. Con el escabeche ya listo, solo te queda rociar los lomos de jurel que has hecho antes y dejar enfriar en la nevera al menos seis horas antes de consumirlo.

 

Una receta rápida, riquísima y muy sencilla. Si te gusta el escabeche más suavecito, no dudes en añadir un poquito de agua cuando incorpores el vino y el vinagre. Una forma diferente de comer pescado.

 

El jurel se toma hasta con piel. Tiene multitud de propiedades y lo puedes preparar de mil y una maneras diferentes. ¡Con la barriga vacía, ninguno muestra alegría!