Un cuchillo afilado es tu mejor aliado

Un oficio tan antiguo como el de afilador es ahora tan importante, o más, como lo era antes. Un oficio que lleva irrumpiendo en nuestros sueños matutinos desde siempre, al grito de “el afilaor” y con el curioso sonido de una armónica. Y es imprescindible porque si nuestros cuchillos cortan bien agilizaremos el trabajo en la cocina. Así que, para que prepares un cocido de verduras en un periquete, te indicamos cómo alargar la vida de tus cuchillos y cómo afilarlos. ¡Pela patatas a ritmo de chef!

 

Cómo alargar la vida de los cuchillos

 

Cuchillos o navajas, siempre afilados y guardando una buena higiene, pueden ser tus grandes aliados en la cocina.

 

• Para mantener su afilado en las mejores condiciones y por mucho tiempo, no debes arrastrar la parte que corta por la tabla. Parece muy cómodo cortar cebolla y apartarla a un lado ayudándote del cuchillo, ¿no? Pues es un error, ya que pierde sus propiedades. Hazlo con la parte que no corta.
• No los metas en el lavavajillas ni los dejes húmedos. Es mucho mejor limpiarlos a la antigua usanza: con unas gotitas de gel y a mano. Y, eso sí, sécalos siempre para que no se oxiden.
• No dejes que choquen unos con otros. Guárdalos separados entre sí y con una funda para cada uno. Y si quieres un consejo mejor, utiliza un soporte de madera.

Pero, aunque hagamos todo lo posible por tenerlos sanos y salvos, de vez en cuando hay que pasarlos por bóxer. Y no es nada difícil afilarlos. Como en todo: más vale maña que fuerza.

 

Cómo afilar cuchillos

 

Con chaira, piedra de afilar o afiladores eléctricos. ¿Sabías que un chuchillo afilado es mucho más seguro que uno con el filo pasado? Hay que hacer menos esfuerzo al cortar. Encima, es más rápido, se desliza suavemente y no resbala.

 

• Con chaira. Es la barra cilíndrica de acero que todos tenemos en nuestras cocinas. Y es muy fácil de usar.

Paso 1. Apoyarla en una superficie bocabajo.

Paso 2. Pasar el cuchillo por la chaira, bocabajo también, desde la punta hasta el mango.

Paso 3. Repetir el proceso por el otro lado de la hoja de cuchillo. Y así, varias veces.

 

• Con piedra. La piedra de toda la vida es quizá la mejor opción para alargar la función de un cuchillo o navaja. Pero antes de empezar ¡no olvides meterla en agua! Después de esto es tan sencillo como poner la piedra sobre un paño, colocar el filo del cuchillo a 45 grados y deslizarlo varias veces por encima.

 

• Con afilador eléctrico.  Es la opción más fácil, rápida y divertida. Deja que un aparato lo haga por ti. Además, ahora los hay de todos los tipos y marcas. Coloca el filo sobre la ranura, dale al botón y espera.

 

Existen más formas de afilar los cuchillos, como el afilador manual o el profesional. Pero para un uso diario y del hogar, las anteriores son muy buenas opciones. Así que ya no tienes excusa. Ponte el delantal, coge los pimientos y córtalos pequeños para hacer un buen pisto.