LA PLAZA

Paté con pan, paté para untar

¿Sabrías diferenciar el paté del fuagrás? ¿Sabías que los faraones ya tomaban algo similar al paté? Aprende un poco más sobre esta fantástica comida.

Sitúate en el antiguo Egipto de las pirámides y los templos. Por aquel entonces, los faraones ya tomaban un manjar como el hígado triturado de los patos que migraban a los márgenes del río Nilo. Sin apenas saberlo, estaban descubriendo lo que siglos más tarde sería el paté. Hoy en día se usan en muchas ocasiones como sinónimos los términos paté y fuagrás. Esto es un error, aunque el DRAE establezca pocas diferencias. Digamos que el paté es una pasta realizada mayoritariamente con carne –también existen las variantes vegetales o de pescado–, y el fuagrás se refiere exclusivamente al paté elaborado con hígado de pato u oca.

 

Aunque los primeros datos que se tienen sobre una pasta realizada con hígado llegan de Egipto, fue en la Edad Media cuando se popularizó. El término proviene del francés ‘pâtissiers’, los pasteleros de la época, que fabricaban las masas rellenas. Al principio, los patés eran de animales tan diversos como la caballa, la oca o la anguila. Era común que se sirvieran con la forma de estos animales.

 

En la actualidad puedes encontrar muchos tipos de paté, y aunque antiguamente no eran considerados como alimentos saludables por su exceso de grasa, se ha descubierto con no son malos, ni mucho menos.

 

Las propiedades beneficiosas para el organismo dependen del tipo de paté que sea.

 

Así, por ejemplo, el de hígado es muy rico en vitamina A. Esta es muy recomendable para la alimentación de los más pequeños, ya que hace que tu cuerpo crezca sano y nos mantiene muy activos. En su mayoría, los patés de carne suelen contener muchos nutrientes. Además de vitamina A, aportan al cuerpo otras como D, E o B12, entre otras. Consumidos con moderación, tienen cabida en tu dieta diaria.

 

Paté de berenjenas

 

¿Te apuntas a hacer un paté tú mismo en casa? Es muy sencillo y te sorprenderá su agradable sabor. Te proponemos un paté de berenjenas al estilo árabe. Tus invitados estarán encantados, te lo aseguramos.

 

Necesitas tres berenjenas de tamaño mediano, el zumo de un limón, un poco de pimentón, un diente de ajo –sin el germen que tiene en el centro–, media cucharadita de comino molido, un par de cucharadas de semillas de sésamo en grano –tostado–, aceite de oliva, sal y pimienta.

 

Lo primero que debes hacer es preparar las berenjenas. Para ello, córtalas por la mitad y añádeles un poco de sal. Deja actuar unos 30 minutos, así soltarán su ligero sabor amargo. A continuación colócalas en una bandeja de horno para asarlas, tápalas para que no se tuesten. Retira cuando estén tiernas y deja que se enfríen. Después, debes pelarlas y pasarlas por la batidora. Incorpora en este paso el ajo, limón, sal y las semillas de sésamo tostado. Poco a poco, mientras vas batiendo, comienza a echar el aceite. Debe quedarte en una textura cremosa, al gusto. Antes de servir, queda bien echar un chorreón de aceite de oliva y un adorno como semillas de sésamo o perejil picado. Tostadas y a untar.

 

Bueno, ¿te has animado a hacer esta receta? Te aconsejamos que compres pan para untar, que la receta de este paté no se puede aguantar. ¡Qué rica!