LA PLAZA

Me importa un pimiento

No falta en casi ninguna cocina del mundo. Rojo, amarillo o verde. Dulce o picante. ¿Quieres conocer en profundidad este fruto?

Cuentan que el 15 de enero de 1493, el diario de a bordo del primer viaje de Cristóbal Colón hablaba del descubrimiento del ají. El navegante había sido enviado a América –lo que él creía que eran las Indias– para descubrir una rica tierra de especias. No es de extrañar que se emocionase con ese particular ají, que creyó que era pimienta. Cuando lo probó, vio que era más fuerte que esta, así que se decidió cambiarle el nombre a pimiento y se extendió por España y Europa.

 

El pimiento es de la misma familia de plantas que los tomates, las patatas o las berenjenas. Hoy en día se comercializan cinco especies diferentes. Desde el más común hasta los más curiosos, como el habanero –que hasta 2006 ostentó el récord Guinness como el más picante del mundo–, el tabasco o el rocoto.

 

En su composición abunda el agua, por lo que el aporte calórico es casi nulo y no tiene apenas grasas. Ideal para dietas adelgazantes. Tiene mucha fibra y es rico en antioxidantes –para mantener a tu organismo joven–, vitamina A –hace que tu piel y mucosas tengan un estado saludable–, vitaminas del grupo B –, vitamina C –fantástica para tener a raya las infecciones, absorber el hierro de los alimentos y para la formación de los glóbulos rojos– y E.

 

Tipos de pimientos

 

Las variedades de pimientos son casi infinitas. Se pueden clasificar por color, forma e incluso tamaño. Normalmente, los verdes son de variedades amarillas o rojas que no han llegado al nivel máximo de maduración. Por su parte, los amarillos son muy jugosos y tiernos, mientras que los rojos son más dulzones y crujientes. Vamos a repasar cuáles son las variedades más conocidas en España:

 

  • Pimiento morrón. Más o menos, la mitad de los pimientos que se comercializan en el mundo derivan de esta variedad. El de color rojo es muy apreciado. De sabor dulzón, es carnoso y de piel dura.
  • Pimiento del piquillo. Se suele consumir en lata, normalmente relleno, y solo el de la localidad navarra de Lodosa cuenta con Denominación de Origen. Es pequeño, de color rojo muy vivo y pica ligeramente.
  • Pimiento de Padrón. Como su nombre indica, proviene de Padrón, en Galicia. Pequeño y alargado, se consume verde y hay tanto dulces como salados.
  • Pimiento choricero. Fundamental para hacer un buen bacalao al estilo de Vizcaya. Un habitual del País Vasco.
  • Pimiento verde. El más conocido es el italiano. Es muy aromático y dulce. Su piel es finita y se preparan fritos como acompañamiento.
  • Pimiento de Gernika. Es del grupo de los verdes, aunque producido solo en el País Vasco. Proviene de una selección de variedades de choricero. Se comen cuando están verdes y su longitud no sobrepasa los nueve centímetros. De sabor dulce y muy suaves. Riquísimos fritos a fuego lento.

 

Si te han entrado ganas de ir al mercado a por unos buenos pimientos, ¡atento! Estas son algunas claves para que quedes satisfecho con tu compra. Tienes que fijarte bien en la frescura del producto. Muestra de ello es que el rabito esté pegado al cuerpo del pimiento y que su piel luzca brillante y tersa, sin manchas. La pulpa en su interior debe ser durita.

 

En cuanto a su conservación, un pimiento fresco dura unas dos semanas bien refrigerado. Si no es fresco, puedes consumirlo en cuatro días. Hay quien los congela, pero conviene descongelarlo justo en el momento en el que se le va a dar uso, ya que se ponen muy blanditos.

 

A nosotros nos importa un pimiento, dos y los que hagan falta. ¡Claro que nos importan! Si es que están buenísimos. ¿Cómo dicen? Unos pican y otros no, ¡qué ricos los del Padrón!