LA PLAZA

Lenguado en el plato y éxito asegurado

La deliciosa carne del lenguado lo ha convertido en uno de los pescados favoritos de adultos y niños. Rico, sano y muy apreciado.

Cuando marzo marcea, de lenguado tu dieta llenas. Cuando llega la primavera, el lenguado se convierte en uno de los reyes de tu mesa. Su carne es muy apreciada por su delicado sabor y textura. Todo un manjar, sin duda. Es junto a la merluza el más consumido en el mundo. Un pescado blanco, de aguas costeras, cuya mejor época de consumo es durante los meses de marzo y abril, aunque se puede encontrar en los mercados de abasto durante prácticamente toda la temporada.

 

No solo por su sabor es cotizado. Sus propiedades y beneficios son fantásticas.

 

Destaca principalmente por su bajo contenido en calorías. Es un pescado magro que no aporta apenas grasas. Si sueles tener digestiones pesadas, con el lenguado no tendrás problemas, ya que es muy digestivo. Aporta ácido fólico, lo que le convierte en un alimento ideal para las futuras mamás –previene posibles defectos congénitos graves y ayuda al correcto desarrollo de los bebés–. Además, mejora la circulación sanguínea. ¡Sanísimo!

 

¿Alguna vez te has puesto a limpiar pescado y te has terminado enfadando con él? Tranquilo, quitarle la piel a los lenguados es bien sencillo. Tan solo tienes que sumergir unos segundos la cola en agua hirviendo, realizarle un pequeño corte a la altura de la cola, sujetar firmemente el pescado por esta zona y arrastrar la piel hasta la cabeza. Fácil, ¿verdad? Listo para comer.

 

El lenguado a la plancha está riquísimo. Aunque es común que si no sigues los pasos correctos, cometas algún error en el manejo de la sartén o la plancha. Te contamos un truco: pon bien caliente la plancha y añade la sal, el aceite y, por último, el pescado por la zona de la piel blanca, habiendo retirado previamente la oscura. Éxito asegurado. Sabemos que cocinado así está delicioso, pero también te recomendamos que innoves acompañándolo de alguna salsa.

 

Receta de popietas

 

Por ejemplo, puedes hacer unas ricas popietas –rollitos de carne o pescado rellenos y salseados– de lenguado rellenas de mantequilla. Atento, coge cuatro filetes de lenguado –unos 600 gramos–, un par de huevos batidos, mantequilla blandita, sal y pimienta. Para la salsa necesitas perejil picado, unos 200 ml de nata líquida, cuatro cucharadas de tomate frito y un vaso de coñac.

 

Lo primero que tienes que hacer es batir en un bol la mantequilla con la sal y la pimienta. Corta los cuatro filetes de lenguado por la mitad, úntalos con la mezcla de mantequilla elaborada previamente y enróllalos. Puedes usar un palillo para ayudarte a cerrarlos. Ahora deberás pasar los rollitos por el huevo batido con otro poco de sal y pimienta. Dóralos en una sartén con un poco de aceite. Deben dorarse por todos los lados, pero sin pasarse, con un par de minutos es suficiente. Retira los rollos y en la grasita que ha quedado en la sartén, añade el coñac. El alcohol se evaporará y será el momento de añadir la nata y el tomate. Deja reducir y cuando la salsa quede espesa, sírvela junto a las propietas. El resultado y su gran sabor te sorprenderán.

 

A la plancha o al horno. Al vapor o frito. Un lenguado en tu cocina es toda una maravilla.