LA PLAZA

La perfecta tortilla de patatas

Una receta que pasa de madres a hijos y de abuelas a nietos. ¿Cuál es el secreto de la tortilla de patatas perfecta? Te contamos todo sobre este plato tan tradicional.

Madre nada más que hay una. Eso dicen. Y también que hay comidas que jamás podrán repetirse. Sí, sabes de lo que hablamos. Esas croquetas caseras que hacía tu abuela, o la deliciosa tortilla de patatas que hace tu madre. Es aquí donde queremos pararnos. Pocos platos tan españoles como este. Levanta pasiones a su paso. Todos saben hacerla, pero no a todos les queda igual, ¿verdad? Bueno, no hace falta ser un chef de alta cocina para conseguir buenos resultados. Vamos a contarte todos los secretos para que seas un maestro tortillero.

 

Si has vivido en el extranjero seguro que alguna vez te has visto obligado a hacer una tortilla de patadas para agasajar a tus invitados. “¿Español? ¡Quiero tortilla!”. Una historia que se repite constantemente y de la que a veces no se sale todo lo bien parado que se debería. Bueno, si no estás fuera de España lo tienes aún más fácil. ¿Por qué? Porque una parte importante de esta receta es la materia prima, y de eso seguro que anda sobrada tu plaza de abasto de confianza.

 

La patata

El ingrediente fundamental es la patata. Obvio. Se recomienda usar la variedad Monalisa, o en su defecto, la Kennebec. Vale, tampoco te vuelvas loco buscando. Vale cualquier patata que sea blandita.

 

El corte

Hay quien las parte en rodajas. Otros las prefieren a dados. No pasa nada porque no sean exactamente iguales. De hecho, es mejor partir las patatas en lascas irregulares. Así conseguimos que no se doren igual por todos lados.

 

Ingredientes añadidos

No faltan los seguidores de la tortilla de patatas con cebolla, pimiento, chorizo o incluso pescado. ¿Será por innovar? No obstante, no estaríamos hablando entonces de una tortilla clásica, que como mucho podría llevar cebolla. ¿Te apetece? ¡Échasela! Puedes dorarla junto a las patatas o por separado, aunque es mejor que no coja color.

 

El aceite

Para freír la tortilla, nada mejor que el aceite de oliva virgen extra. Eso sí, apunta: de baja graduación. No queremos que le pase demasiado sabor a la patata, ¿no? También puedes probar con el de girasol, pero no te engañes, el resultado no será el mismo.

 

Fritura

Este es un paso importante. Para freír es necesario utilizar abundante aceite. Al principio a temperatura baja, la subiremos poco a poco y la pondremos fuerte al final para dorar. Lo importante es que dejes las patatas a tu gusto. Una vez que las tienes fritas es el momento de salarlas. Nunca antes.

 

Huevos

Lo ideal es que tengan un tamaño medianito. A ser posible, que sean ecológicos o camperos, de esos cuyo código impreso en la cáscara empiezan por 0 o 1 respectivamente. A la hora de batir, tómatelo con calma. No deben estar excesivamente batidos ni hacerlo con movimientos rápidos.

 

Proporciones

No queremos que las patatas floten en el huevo. Tampoco que sean una pasta. En el término medio está la virtud. Una buena cifra puede ser un huevo grande por cada 100 gramos de patata sin pelar. Deja que la mezcla de huevos y patatas repose unos minutos.

 

Tiempo

Vale, sin duda este es el punto más problemático. Hay quien prefiere la tortilla poco cuajada y otros absolutamente hecha. Te aconsejamos que vuelques la mezcla de huevo y patata sobre la sartén –una grandecita– y dejes cuajar 30 segundos. Dale la vuelta ayudándote de otro plato y espera 30 segundos más. Finaliza con diez segundos extra por el otro lado y sirve recién hecha.

 

¿Qué tal? Hacer una tortilla de patatas es fácil. Hacer la tortilla de patatas perfecta no lo es. Ahora tienes los conocimientos, ¿te animas a probar? Ya te decimos que como la de tu madre no te va a salir.