La cosa tiene tomate

Abres el frigorífico y te miras con cara de pocos amigos. ¿No has preparado nada para comer? ¿No tienes ni idea de qué hacer? ¿Cansado de almorzar lo mismo todos los días? Tranquilo, te vamos a dar algunas ideas con unos platos muy colorados. Ya en su día hablamos de que no hay cocinera sin tomates a su vera.

 

Ahora queremos demostrarte que somos capaces de tomarnos un menú completo de tomate. ¿No te lo crees? ¡Atento!

 

Un tentempié

 

Para abrir boca vamos a hacer una mermelada de tomate. Ideal para acompañar quesitos bien curados, tostaditas con foie e incluso algunos embutidos en frío. No necesitarás muchos ingredientes. Tan solo hazte con un kilo de tomates bien prietos y rojitos. De ahí, tendrás que quedarte con medio kilo de pulpa sin piel ni pepitas. Unos 250 gramos de azúcar o un poco menos según gustos, el zumo de un limón junto a su piel y finalmente un palo de canela.

 

¿Comenzamos? Tritura bien los tomates, pueden estar algo gruesos si te gusta la mermelada con trozos. Coge un recipiente –por ejemplo una olla– y añade todos los ingredientes menos la canela. Hierve a fuego lento durante unos cinco minutos. Tiempo para quitar la espuma sobrante e introducir la canela. Ahora debes remover frecuentemente y llevar a ebullición la mezcla durante unos 30 minutos o antes si la mermelada cuaja. Deja reposar y listo.

 

Algo para beber

 

No podía ser de otra forma, una sopa fría de tomate y menta. Coge cuatro tomates bien maduros y rojos, una penca de apio, un poco de pimiento rojo, una pizca de azúcar, un vaso de caldo de verduras, una ramita de menta, un yogur natural sin azúcar, ajo en polvo, sal, pimienta y aceite. Fácil, ¿no? Mete todo en el vaso de la batidora y bate a tu gusto. Mejor si luego lo cuelas para que quede con una textura muy fina. Sirve en frío y disfruta.

 

Un primero

 

Como primer plato hemos elegido una ensalada sencilla pero muy vistosa: una flor de tomate. Como ingredientes necesitas un tomate grande de ensalada, un poco de lechuga, dos latas de atún en aceite de oliva, vinagre, sal y aceite para el aliño y algo de orégano. El truco consiste en el corte del tomate. Debes cortarlo como si fuera una pizza sin llegar hasta abajo del todo sujetándolo con una mano. Los cortes deben ser de un bocado. Al soltar la mano, el tomate se abrirá como una flor. En el centro coloca el atún y en la base un par de hojas de lechuga. Aliña bien y pon un poco de orégano por encima. ¡Riquísimo y elegante!

 

Un segundo

 

De plato fuerte optaremos por unos tomates rellenos de bacalao. Necesitas medio kilo de bacalao desmigado y desalado, ocho tomates grandes, dos huevos duros, un pimiento y un pepino, 150 gramos de champiñones, mayonesa y sal y pimienta.

 

Vamos al lío. Lo primero es escalfar el bacalao en migas durante unos dos minutos en un poco de agua hirviendo. Escurre y seca con un trapo. Ahora coge los tomates, lávalos y vacíalos poniéndolos boca abajo para que escurran todo el líquido. El siguiente paso es coger un bol y mezclar el bacalao, el pepino y el pimiento troceados, los huevos duros y los champiñones laminados en crudo. Añade la mayonesa a la mezcla, también puedes añadirle unas gotas de limón para darle mejor sabor. Sal y pimienta a los tomates y rellena. A la nevera y deliciosos para tomar en frío.

 

¡Aquí hay tomate! Pues nada, si hay, vamos a aprovecharlo, ¿no? Venga, corre a La Plaza de DIA y coge unos buenos tomates frescos para empezar a cocinar. ¿Delantal preparado?