LA PLAZA

Ideas de bocaditos para fiestas

Ropa elegante, cubertería de gala y muchos invitados en casa. ¿Qué ponemos en el menú? Te damos algunas ideas para que seas el anfitrión perfecto.

¡Cómo nos gustan las fiestas! Disfrutamos de la compañía de nuestros invitados en casa y queremos ser los mejores anfitriones, ¿verdad? Risas, charlas y reencuentros. Bebidas, comida y algún juego divertido. Lo malo es cuando te paras un momento a pensar en el menú que vas a preparar. Tranquilo, sabemos que no todo el mundo lleva un cocinero supercreativo en su interior, pero con algunos consejitos podrás dejar con la boca abierta hasta a tu prima la crítica gastronómica. Te vamos a recomendar dar un aperitivo a base de bocaditos con mucho colorido y mucho sabor. No vas a fallar, te lo aseguramos.

 

Aceitunas fritas

 

Una explosión de sabor y una textura sorprendente. Estamos acostumbrados a degustar las aceitunas aliñadas, rellenas o con hueso, pero siempre fresquitas y en un cuenco. Ahora te proponemos que les des un toque moderno y las presentes fritas. Un plato totalmente delicioso y que toma como fuente de inspiración una receta italiana, la olive ascolana. ¿Qué necesitas para su preparación? Pues dependiendo de las personas que vayas a invitar, hazte con un bote de aceitunas sin hueso, harina, huevo batido, pan rallado, aceite y material para el relleno. Por ejemplo, anchoas, boquerón en vinagre o unas riquísimas tiras de pimientos asados.

 

El primer paso es el relleno de las aceitunas. Vale, sabemos que las puedes conseguir ya rellenas, pero si lo haces en casa te sabrá aún mejor. Elige las aceitunas de mayor tamaño y escúrrelas para que pierdan todo el jugo. Puedes ayudarte de un colador e incluso secarlas con papel de cocina absorbente. Una vez hecho esto, comienza a rellenar sin que el relleno sobresalga de la aceituna, bien prensadito. Ahora pasa cada pieza por harina y huevo batido, para terminar con el pan rallado. ¡Listas para freír! También puedes optar por un segundo empanado, para darle mayor consistencia. El aceite debe estar a unos 170 grados y se sirven calentitas o templadas, al gusto.

 

Blinis con caviar

 

Apunta los ingredientes, que esta receta te va a encantar. Coge un vaso de leche, otro de harina, un huevo, una cucharada pequeña de azúcar, otra de sal, mantequilla, 100 gramos de caviar o sucedáneo, dos huevos duros y 200 centilitros de crema agria. ¿Preparado?

 

Bate bien los huevos con la sal, el azúcar y más o menos la mitad de la leche. Incorpora la harina poco a poco y añade lo que te quede de leche. Se te habrá formado una masa. Coge círculos de masa con una cuchara grande y dóralos en una sartén con aceite por ambas caras. Ya tienes los blinis. Deben quedar jugosos por dentro y se hacen muy rápido. Se toman templados o más bien fríos con un poquito de crema agria por encima junto al caviar y huevo duro picadito. Puedes comprar la crema agria o hacerla, solo necesitas incorporar el zumo de un limón a unos 200 mililitros de nata de cocina y batir. Rico no, ¡riquísimo!

 

Empedrados de chocolate

 

Terminamos con un toque dulce. ¡Chocolate! Es una receta muy sencilla y que te sacará de más de un apuro cuando no sepas qué poner de postre. Recuerda, a nadie le amarga un dulce. Necesitas para su preparación chocolate fundente. Puedes elegir tanto el negro como el blanco. Según te guste más. Por 100 gramos de chocolate, debes añadir una cucharadita pequeña de mantequilla sin sal. También necesitas frutos secos tostados. ¿Cuántos? La misma cantidad que de chocolate. Por ejemplo, avellanas o almendras. Por último, elige un aromatizante como el ron, la vainilla, la ralladura de una naranja o similar.

 

Manos a la obra. Derrite el chocolate al baño maría –también puedes usar microondas–, pero no te pases para que no quede demasiado líquido. Cuando esté espeso, añade el ingrediente aromático y bate todo bien con unas varillas. Te quedará liso y de un color brillante. Deja que baje un poco la temperatura y, cuando temple un poco, añade los frutos secos. Ahora mezcla bien y, sin dejar que endurezca demasiado, ve colocando montoncitos en una bandeja con papel de horno. Cada montón debes aplastarlo para darle la forma deseada. Ya solo te queda reservar en frío y servir cuando te apetezca. ¡Se nos hace la boca agua!

 

¿Preparado para la fiesta? ¡Nosotros sí! Ya sabes lo que dice nuestra tía Francisquita, ¿no? A comer, beber y bailar, que el mundo se va a acabar.