LA PLAZA

Garbanzos y judías, buena compañía

Seguro que te habrán dicho alguna vez lo buenas que son las legumbres. ¿Conoces sus propiedades? Te damos razones para comerte un buen plato.

En invierno, primavera, otoño o verano. Un plato de legumbres siempre es sano. Vamos con algunos trucos para que tus recetas te salgan perfectas. ¿Sabías que excepto las lentejas y los guisantes secos, todas las legumbres necesitan estar en remojo desde la noche anterior a su preparación? Si tienes dudas con la proporción de agua que debes echarle, recuerda que son tres partes de agua por una de legumbre. Además, debes saber que siempre es mejor añadir la sal al final de la cocción. Así te quedarán más tiernas y no se les quitará el pellejito.

 

¿Cuáles son las legumbres más comunes?

 

Las lentejas se comen en todo el planeta, conocidas por su alto contenido en hierro. La soja es muy común en países asiáticos, resulta muy digestiva. Las habas son muy depurativas, limpian muy bien los riñones y la sangre. Los garbanzos aportan mucha fibra y no tienen colesterol, una de las legumbres más versátiles. Las judías, de las que existen unas 800 variedades. Finalmente, los frijoles, uno de los alimentos más antiguos que se conocen. Cuentan que ya se cultivaban en México en torno al 7000 a.C.

 

Dicen los nutricionistas que debemos tomar entre dos y cuatro raciones de legumbres por semana. Sí, también en verano –en ensalada están deliciosas–. Te vamos a dar un buen puñado de razones para que le des el “sí quiero” a las lentejas, garbanzos, judías, frijoles y similares. Diez, nada menos.

 

Razones para decir sí a las legumbres

 

  1. Energía para tu cuerpo. Contienen muchos hidratos de carbono, la gasolina de tu organismo. Es uno de los nutrientes principales que debes tomar, te dan energía para el día a día.

 

  1. Proteínas al poder. Siempre hemos asociado las proteínas con la carne, pero ojo, las legumbres también son una buena fuente de proteínas. Las de la soja, por ejemplo, son de gran calidad.

 

  1. Una buena dosis de fibra. Las legumbres hacen que tu intestino funcione como un reloj. Previenen el estreñimiento.

 

  1. Te sentirás saciado. No solo lo sentirás, lo estarás. La fibra que tienen hará que mastiques más, esto retrasará tu digestión. Ideal para tener tu estómago satisfecho durante más tiempo.

 

  1. Ponte fuerte con el hierro. Las lentejas y los garbanzos contienen mucho hierro, un mineral muy importante en la dieta. Si eres deportista o sufres anemia, más aún. Como consejo, es bueno consumir legumbres ricas en hierro junto a alimentos que contengan vitamina C como los kiwis o las naranjas. Así conseguirás que tu organismo lo absorba mejor.

 

  1. Tienen un índice glucémico bajo. Esto significa que la glucosa se elevará en tu cuerpo lentamente. Así tendrás energía circulando por tu organismo durante más tiempo. Esto te quita el hambre e incrementa los niveles de colesterol bueno.

 

  1. Ricas en minerales. Hemos hablado del hierro, pero también contienen mucho calcio, fósforo, yodo, potasio y magnesio. Minerales importantes para un buen funcionamiento de los músculos.

 

  1. Mejoran el sistema nervioso. Gracias a su alto contenido en vitaminas del grupo B, tendrás un sistema nervioso sano y bien cuidado.

 

  1. Baratas y nutritivas. Comer sano y sin hacer daño al bolsillo es posible gracias a las legumbres. Su bajo costo y su excelente valor nutricional son una combinación perfecta.

 

  1. Mil y una recetas. Un alimento muy versátil apto para multitud de recetas. Se pueden servir como plato principal o en acompañamiento. Aportan sabores y texturas diversas, tanto en frío como en caliente.

 

Legumbres variadas. Guisadas o en ensaladas. Mucho sabor, antes que nada. Beneficios a porrón y agradecidas un montón. ¿Cucharadas preparadas?