LA PLAZA

Desayuna como un rey

¿Eres más de tostadas o cereales? ¿Quizá de frutas? Disfruta de una de las comidas más importantes de la jornada. Varía y recárgate de energías para empezar el día.

Siempre hemos escuchado eso de desayunar como un rey, comer como un príncipe y cenar como un mendigo. Y es que el desayuno es una de las principales comidas del día, ya que previene la obesidad y hará que rindas mejor durante toda la jornada. Te activa tanto física como mentalmente para tus quehaceres matutinos. Qué razón tenía la tía Francisquita cuando nos decía que nos dejáramos de tanto refrán y empezáramos a buscar el pan. Claro, los hidratos de carbono deben ser fundamentales en tu desayuno. Junto a ellos, la fruta y los lácteos forman los tres pilares de esta primera comida del día.

 

¿Qué hay de los mitos que existen alrededor de los desayunos? Por mucho que digan que debes desayunar como un rey y comer como un príncipe, eso no es del todo así. Es posiblemente la comida más importante del día, pero en el almuerzo es cuando más calorías debes aportar a tu cuerpo. Desayuna bien, sí, pero tampoco hay que pasarse.

 

Otro de los grandes mitos es que esta comida mañanera da sueño. ¡Al contrario! Gracias a ella estarás repleto de energía. A la leche, nada le eches. No te preocupes, esto tampoco es cierto. Es más, es aconsejable tomar algo más que solo leche, por ejemplo fruta o zumos –naturales, siempre naturales–. Por último, ¿has escuchado alguna vez eso de que es bueno que desayunes siempre lo mismo? Nada de eso. Los nutricionistas recomiendan variar entre las distintas opciones que te ofrecen los lácteos, hidratos y frutas. No todos los alimentos tienen las mismas propiedades.

 

Y a veces nos podemos dar un caprichito, ¿verdad? Te proponemos un desayuno muy nórdico, concretamente unas deliciosas tostadas noruegas.

 

¿Adivinas cuál puede ser su ingrediente principal? Sí, lo tenías en la punta de la lengua. ¡El salmón! Además de un par de lonchas de este pescado ahumado, necesitarás para su receta tres huevos, unos 30 gramos de mantequilla, 100 gramos de queso fresco, un par de cucharadas de crema de leche, sal y pimienta, eneldo fresco en rama y, claro está, dos buenas rebanadas grandes de pan. Funciona mejor el pan rústico o de sándwich, pero en formato grande.

 

Vamos con su sencilla elaboración. Primero debes preparar el salmón ahumado cortándolo en tiras –puedes dejar un trozo de mayor tamaño para decorar– y corta también en daditos el queso fresco. Ahora llega el momento de batir. Bate en un cuenco o plato hondo los huevos junto a la crema de leche y el eneldo bien picadito, échale sal y pimienta al gusto. Cuando la mezcla esté lista, derrite un poco de mantequilla en la sartén y añade lo que has batido previamente. Échale el queso fresco cuando veas que se empieza a cuajar el huevo, en un último paso, justo antes de sacarlo del fuego. Añádele el salmón ahumado y da un par de vueltas al revuelto. Listo para servir. Prepara tus tostadas al gusto y coloca el revuelto sobre ellas. ¡Delicioso! Como consejo, ten cuidado con el tiempo que tienes el salmón ahumado en el fuego, ya que pierde mucho sabor y solo debes darle un par de vueltas.

 

No hace falta ser tan sofisticado como Audrey Hepburn, ni desayunar diamantes para empezar bien el día. Recarga pilas y sé el rey de los desayunos.