LA PLAZA

Con la cebolla cualquiera llora

Es difícil concebir una cocina sin este ingrediente. Rico en aromas y sabor, y con un origen milenario. ¿Quieres saber más?

¿Cuál es el primer paso de la receta? Vale, coger una cebolla, picarla finita y hartarse de llorar antes de echarla al fuego. Te ha pasado, ¿verdad? Bueno, es lógico. Es algo que lleva ocurriendo aproximadamente desde el 5000 o 6000 a.C. ¿Sabías que la cebolla es uno de los primeros alimentos que se conocen en la historia? Un ingrediente básico para muchas civilizaciones.

 

Antes que tú, ya cocinaron con cebolla romanos, griegos y egipcios.

 

Vamos con un poco de historia. Su origen es incierto. Hay expertos que lo sitúan en el norte de África, aunque la mayoría opta por la zona de Asia central o entre Irán y Pakistán. Cuentan que las cebollas crecían fuertes y lustrosas en los jardines de China hace 5.000 años. En India la incluían en sus tratados médicos como un remedio para las enfermedades del corazón, los ojos y las articulaciones. Fue en Egipto donde adquirieron mayor relevancia. En este país, las cebollas eran originariamente bastante alargadas y de color verdoso. Símbolo de la vida eterna y utilizada en ofrendas y sacrificios. Además, era uno de los alimentos principales –junto a ajos y puerros– de los obreros constructores de pirámides. Como curiosidad, las cebollas también eran utilizadas en el rito egipcio más famoso, la momificación. Se han encontrado momias como la de Ramsés II con cebollas en el tórax o como la de Ramsés IV, donde sustituían a los ojos por este ingrediente.

 

Griegos y romanos la utilizaban para dar de comer a sus numerosas tropas, ya que se creía que daban fuerza para los combates. Fueron los romanos los que la exportaron por todo el Mediterráneo y los españoles se encargaron de llevarla a América cuando fue descubierta. Actualmente, los principales productores de cebolla del mundo son China, India, Turquía y Estados Unidos. En Asia se cultiva el 60 por ciento de la producción mundial. Se produce mucho y muy variado, ya que los tipos de cebolla existentes son numerosos. Vamos ahora con una breve clasificación:

 

  • Tempranas. Se suelen recoger en la primavera y las más conocidas son la variedad Barosa, Sangre de Buey, Spring y Texas Early Grain.
  • Media estación. Destacan la Cristal Wax, Liria y la Blanca y Morada de España.
  • Tardías. Las más conocidas son la Morada de Amposta, Amarilla azufre de España y Grano.

 

Hay también quien la divide en función de su uso. Así, puedes encontrar las que se utilizan para cocinar, para ensaladas, con un sabor más suave y mayor cantidad de agua, o para encurtir, pequeñitas y con un toque picante.

 

En cuanto a sus propiedades, es muy recomendable para las dietas de pérdida de peso, gracias a su bajo aporte calórico. Se utiliza para mejorar el sistema nervioso, la formación de huesos y dientes, mantener sanos los músculos y para ayudar a controlar la diabetes.

 

Como consejo para su compra, atento. No tengas miedo en tocar bien la cebolla. Esta debe estar bastante compacta, dura. Además, mira que no posea marcas en su piel. Para su conservación, lo mejor es ponerlas en un lugar fresquito y que esté seco. Pero en la nevera no, mejor a temperatura ambiente. Cuando su color empieza a cambiar o le crecen las raíces, debes consumirla rápido.

 

¿Cómo no te va a gustar este alimento tan curioso y tan repleto de beneficios saludables? Si ya lo dice el refranero español: ajo, cebolla y limón y déjate de inyección.