LA PLAZA

Así cocemos, así, así

Saca lo mejor de cada plato con solo unas pequeñas variaciones a la hora de cocinarlos. Disfruta de una buena comida sin pensar en las calorías de más.

El origen del fuego se lo debemos al homo erectus, antepasado del homo sapiens actual, hace ya 1.600.000 años. Esto supuso toda una revolución, como te puedes imaginar. Era un eficaz sistema de protección contra el frío y los depredadores, y, por supuesto, una herramienta fantástica para la cocina.
 
Antiguamente la forma más común de cocinar era el asado. Sin embargo, con el barro y sus vasijas nacieron distintas técnicas de cocinado. Llegaron más tarde los hornos tradicionales, las cocinas eléctricas y hasta los microondas. Todo un progreso en el mundo gastronómico. 
 
Hoy en día, la forma de preparar los alimentos es muy variada. En estas líneas te vamos a hablar de las técnicas de cocción. Nos centraremos en las que son más saludables. Aquellas que te permitirán disfrutar de una buena comida sin pensar en las calorías de más. Habitualmente, podemos sacar lo mejor de cada plato con solo unas pequeñas variaciones a la hora de cocinarlos. Es importante escoger buenos productos, pero también elegir la preparación más adecuada. 

 

 

Cocinando sin líquidos

 

Hay que huir, siempre que se pueda, de las cocciones en medios grasos como las frituras, y apostar por la cocina en medios acuosos o en medios no líquidos. Dentro de los acuosos podrás escaldar, es decir, realizar una cocción que se produce hirviendo un alimento durante un tiempo muy breve. No se debe confundir con otra preparación en medio acuoso, el escalfado, preparar los ingredientes justo por debajo de su punto de ebullición.

 

Por supuesto, puedes probar con la cocción al vapor o hirviendo los productos. Como técnicas de preparado no líquidas destacan todas aquellas que se realizan con el horno, destacando el ‘papillote’: cocinar el alimento envuelto en papel. También el baño maría es una buena opción, ya que puedes preparar los ingredientes aportando calor de forma uniforme y muy suave, al igual que el asado a la plancha o el wok. Este último, el wok, asa los alimentos gracias a su forma ovalada y profunda, los deja crujientes por fuera y tiernos por dentro, y utiliza muy poca cantidad de aceite.  

 

Por último, y no menos trascendente, hay formas de cocción más modernas, como la cocina al vacío o al microondas, que con la receta adecuada pueden hacer deliciosos tus platos.

 

Tenemos algunos trucos más para comentarte en voz bajita. Siempre que puedas, utiliza aceites vegetales 

 

Especialmente el de oliva. Y procura no mezclar distintos tipos durante la cocción. Con un chorrito es más que suficiente para que no se te peguen los alimentos. Cuando vayas a preparar un caldo, lo más saludable es que optes por la técnica del hervor. Eso sí, no olvides desgrasar la superficie del mismo. Será más sano y más digestivo.

 

Si es que ya lo decía Ferran Adrià: “Las técnicas de cocción, tanto clásicas como modernas, son un patrimonio que el cocinero debe saber aprovechar al máximo”. Ya solo te queda practicar y hacer tu cocina mucho más saludable.